Si todo es como la policía de California dice que es, a Michael Jackson se le vienen negras. Sobre el cantante pesa una orden de detención por cuestiones poco menores aunque se trate de menores: un chico de 12 años reveló que Jackson había abusado de él. El cantante aún no había aparecido, aunque sus abogados aseguraban que es inocente y que se presentaría ante la Justicia de Santa Bárbara. Le fijaron una fianza de 3 millones de dólares y le ordenaron que entregara su pasaporte. Ayer, por segunda vez, la policía había allanado su lujosa hacienda de Neverland, de 1300 hectáreas, ubicada en el condado de Santa Bárbara, a 160 kilómetros de Los Angeles, donde el propio Jackson reconoció que suele pasar la noche con chicos. La orden de detención se dictó el mismo día en que salía a la venta el álbum Number One, una recopilación de las mejores canciones del cantante. Ya en otras ocasiones los escándalos de la vida privada del artista golpearon fuerte en las ventas de sus discos. En agosto del ‘93, Jordy Chandler, por entonces de 13 años, denunció a Jackson ante la Justicia por abuso de menores. El caso derivó en un acuerdo extrajudicial por el pago de 25 millones de dólares en cuotas mensuales. Con la firma del acuerdo, el chico retiró las acusaciones y el caso quedó archivado.
Que la cuestión de la infancia es todo un problema en la vida de Michael ya lo reveló en varias entrevistas una de sus hermanas, La Toya Jackson: señaló que Michael había sido violado por su padre cuando niño. Aunque más tarde el artista lo reconoció públicamente, llegó a amenazar con demandas a su hermana por 450 millones de dólares.
Desde que se conocen sus veleidades por los menores, Jackson reconoció una y otra vez que “no tiene nada de malo amar a los niños, duermo con ellos pero no sería capaz de hacerles nada malo”.
Según el fiscal de distrito Thomas Sneddon, la denuncia contra Jackson fue presentada por el psicólogo de un chico de 12 años, quien relató los hechos durante su terapia. Sneddon dijo que durante tres meses se realizaron investigaciones. Finalmente, el martes pasado la policía de Santa Bárbara allanó la hacienda Neverland, que ocupa 1300 hectáreas, buscando pruebas por la denuncia. Y aparentemente las encontró porque ayer dictó la orden de detención. Los cargos en su contra son por violación de la Sección 288-A del Código Penal de California, que prohíbe realizar actos lascivos con niños menores de 14 años.
“Jackson enfrenta por ese delito una condena de entre 3 y 8 años de prisión. El (menor) está dispuesto a testificar contra el cantante”, dijo ayer en conferencia el fiscal Sneddon. Junto con la orden de detención, la policía de Santa Bárbara ordenó a Jackson la entrega de su pasaporte, con la obvia intención de evitar que decida refugiarse en el exterior.
De todos modos, por la noche, el equipo de abogados del cantante negociaba con la policía los términos en que Jackson se presentaría ante la Justicia. Mientras se producían esas reuniones, el publicista del cantante, Stuart Backerman, dijo a los periodistas que aguardaban novedades que “Michael ya acordó con el fiscal de distrito regresar a Santa Bárbara para inmediatamente afrontar y probar que los cargos en su contra son infundados”.
Al mismo tiempo, el sheriff de la localidad, Jim Anderson, confió a la prensa que “creemos que el cantante está dispuesto a cooperar con nosotros”. Para no quedar detenido, la Justicia le fijó al cantante una fianza de 3 millones de dólares que luego, si se demuestra lo que ahora claman sus abogados (que las acusaciones son infundadas), le serían devueltos.
No es la primera vez que Michael aparece envuelto en escándalos por abuso de menores. En agosto del ‘93, Jordy Chandler, por entonces de 13 años, lo denunció por corrupción. El caso abrió un expediente judicial que finalmente no llegó a ninguna conclusión porque, previamente, Jordy retiró las acusaciones tras llegar a un arreglo extrajudicial por el que Jackson debía abonarle como indemnización la suma de 25 millones de dólares en cuotas mensuales y un anticipo de un millón.
Cuando contrajo matrimonio con Lisa Presley, la hija de Elvis Presley, la mujer le hizo un desplante público acusándolo de que en la luna de miel había preferido la compañía de un menor. En repetidas ocasiones el propio Michael, quien se autodenomina como Peter Pan, hizo alusión a su amor por los infantes, aunque intentando quitarle todo viso delictivo. “Tener amor por los niños no es malo.” No es lo que parece interpretar la Justicia, que analiza si le quita a Jackson la custodia de sus tres hijos. Martin Bashir, un periodista inglés que realizó a Jackson una serie de entrevistas filmadas y luego pasadas por la TV inglesa, reveló a principios de año las tendencias de Jackson. El actor, molesto por las declaraciones, inició una demanda millonaria contra el documentalista y los programas que emitieron los detalles de su vida privada.