ESPECTáCULOS
› SE ANUNCIO LA TEMPORADA DEL TEATRO COLON PARA EL AÑO PROXIMO
A tono con la tradición y lo actual
El director Gabriel Senanes y el secretario de Cultura de la Ciudad, Gustavo López, dieron a conocer la programación para el 2004. El año abrirá con La flauta mágica.
› Por Diego Fischerman
Su primera temporada al frente del Teatro Colón la tuvo que pensar a las apuradas. El mismo día en que esa temporada terminó, con la última función de Carmen, pero al mediodía (“el 12 a las 12”, bromeó, fiel a su costumbre), Gabriel Senanes, junto al flamante secretario de Cultura de la Ciudad, Gustavo López, anunció la del año que viene. En rigor, la primera que pudo pensar con tiempo. La que finalizó ayer a la noche, a pesar de los apuros, no sólo se cumplió rigurosamente (lo que en el Colón no era algo demasiado habitual hasta hace bastante poco) y alcanzó para sacar unas cuantas papas de sus respectivos fuegos, sino que tuvo varios rasgos de brillo. La que empezará en la primera semana de abril de 2004 promete ser una de las más atractivas de los últimos tiempos.
La ópera, además del comienzo de la Tetralogía de Wagner con la dirección de Charles Dutoit (que ya había sido anticipada por el director del Colón), contará con clásicos del repertorio como La flauta mágica de Mozart, que abrirá la temporada con puesta de Michael Hampe y dirección musical de Arnold östman –el director del pequeño teatro de Drottinghölm, en Suecia, donde Bergman filmó esa ópera–, Don Carlo de Verdi (la puesta será de Roberto Oswald) y Manon Lescaut de Puccini, con régie de la gran Renata Scotto y dirección de György Györiványi Ráth. También, la excelente mezzosoprano estadounidense Jennifer Larmore hará un título poco habitual de Gioacchino Rossini: Elisabetta regina d’Inghilterra. Y el resto serán novedades absolutas o casi: Muerte en Venecia de Benjamin Britten, dirigida por Steuart Bedford –quien la condujo en el estreno, trabajando junto al compositor– y con puesta de Alfredo Arias (que en 2003 fue el responsable de la régie de Bomarzo de Ginastera), Ubú Rey de Krzysztof Penderecki, Diálogo de Carmelitas de Francis Poulenc con régie de Marcelo Lombardero y Fuego en Casabindo, de Virtú Maragno, con libreto de Eduardo Rovner y Bernardo Carey sobre la novela de Héctor Tizón –con puesta de Alejandro Tantanián–.
La Filarmónica de Buenos Aires, que comenzará su temporada de abono el 1º de abril, contará con varios solistas famosos, entre ellos los violinistas Gidon Kremer y Julian Rachlin, la cellista Christine Wallevska y los pianistas Pascal Rogé y John Lill, además de Martha Argerich, que tocará con la orquesta como parte del festival que lleva su nombre y que seguirá desarrollándose en el Colón durante el año próximo. También actuarán varios de los instrumentistas locales más destacados y estarán algunas obras ausentes casi a perpetuidad, como la notable Sinfonía Nº 7 de Jan Sibelius. Entre los estrenos estarán el Concierto para oboe, arpa y orquesta de Witold Lutoslawski y la Sinfonía Nº 7 Las puertas de Jerusalén, de Penderecki. Arturo Diemecke como principal director invitado (conducirá la integral de las sinfonías de Dvorak, en el año del centenario de su muerte), Dutoit y Bedford serán las figuras más importantes al frente de la orquesta. Completan la oferta una temporada sumamente atractiva por parte de la Opera de Cámara (la reposición de El emperador de la Atlántida de Viktor Ullmann, Renard de Stravinsky, El retablo de las maravillas de Hans Werner Henze e I due timidi de Nino Rota) y una programación de gran nivel en el CETC, que incluirá, entre otras cosas, el estreno de Anna O., una ópera de Marcelo Delgado, Jacob Lenz de Wolfgang Rihm, un espectáculo de Alfredo Arias sobre Kavafis y los espectáculos Enclaves (encuentros de artistas plásticos con creadores de otras disciplinas), Hacia Cero de Carmen Baliero y diversos encargos a coreógrafos y compositores.