ESPECTáCULOS
› MUSICOS Y TRABAJADORES EN UN PROYECTO COOPERATIVO
Rescate a puro candombe
Una cooperativa de músicos llamada Rioplatenses y los trabajadores que recuperaron al quebrado hotel Bauen organizaron un ciclo para festejar. Hoy actúan Roberto Moreno, Hermandad Bonga y Daniel Mir.
› Por Karina Micheletto
El 21 de marzo pasado, el hotel Bauen, en quiebra y vaciado por sus dueños, fue recuperado por sus trabajadores. Desde entonces, se entabló una lucha por ponerlo nuevamente en funcionamiento, en forma autogestionada. Aunque todavía existen trabas legales para cumplir este objetivo, en el último tiempo el hotel comenzó a hacer algunas primeras actividades: ya puso en funcionamiento un bar en su planta baja, y comenzó a ofrecer sus salones para conferencias y diversas actividades (el mes pasado, por ejemplo, se realizó allí un importante encuentro de kirchneristas a nivel nacional). Para festejar y compartir esta nueva etapa del Bauen, los trabajadores del hotel y Rioplatenses, una cooperativa de músicos independientes nucleados alrededor del rescate de la música popular del Río de la Plata, organizaron el Ciclo de Música para no Ahogarse. Buenos Aires recupera el Río de la Plata, en el auditorio central del hotel. El ciclo, por el que ya pasaron distintos músicos de Rioplatenses como Rataplán, Carlos Andino y los Peores del Barrio, Alejandro Fornari, Flor de Enchastre, Lado Sur y Che Botija, culminará hoy a las 21 con la actuación del Roberto Moreno Quinteto, Hermandad Bonga y Daniel Mir.
Bajo el lema “los candombes, las murgas, los tangos y las milongas de Buenos Aires junto a las empresas recuperadas”, la iniciativa del Bauen es similar a la de muchas empresas recuperadas (comenzando por el Impa, que montó en sus instalaciones la denominada Fábrica Ciudad Cultural), que comienzan a funcionar con una lógica de centro cultural que vincula trabajo y arte como puntos de partida necesarios, trazando un circuito alternativo de arte y cultura. Este ciclo, auspiciado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, la Secretaría de Cultura y la Dirección General de Música, fue pensado en ese sentido.
Carlos Andino, uno de los fundadores de Rioplatenses, destaca que encuentros como los del ciclo que termina hoy vinculan el trabajo de recuperación cultural de la cooperativa de músicos con el trabajo de las empresas autogestionadas, que es, justamente, el de la recuperación del trabajo. De hecho, las estrategias de gestión cooperativa tienen más de un punto en común. “La nuestra es una verdadera cooperativa de trabajo, los músicos, además de tocar, cumplimos otros roles: estamos en la boletería, en las luces, en la prensa. Logramos concretar puestas que no podríamos encarar solos, cada uno por su lado. Podemos bajar el costo de producción, y por lo tanto el de las entradas”, detalla el músico. Daniel Mir, otro de los más de treinta artistas agrupados en Rioplatenses, señala que esta estrategia está puesta al servicio del rescate del folklore del Río de la Plata, a partir de géneros como el candombe o la murga, “que no sólo le pertenecen al Uruguay”, según resalta el músico. “No decimos que el candombe no es uruguayo, decimos que también es argentino. Que es anterior a los límites, nos pertenece a todos”, explica.
Una de las principales trabas para las empresas recuperadas es el elevado fondo de capital que necesitan reunir para reabrir sus puertas. En octubre pasado, una carta de intención firmada entre la cooperativa que crearon los trabajadores del Bauen, el Movimiento de Empresas Recuperadas y el gobierno de la Ciudad compromete a las partes a llevar adelante el proceso para que el Bauen pase a manos de sus trabajadores. Hoy, cuarenta y un ex empleados del hotel siguen empecinados en ponerlo a funcionar nuevamente, sumándose a las más de ciento setenta empresas recuperadas en los últimos dos años. Marcelo Ruarte, presidente de la cooperativa B.A.U.E.N. (Buenos Aires, Una Empresa Nacional), quien fue jefe de recepción durante veintitrés años –mientras el hotel funcionó–, resume el espíritu de los trabajadores: “Queremos demostrar que podemos hacer funcionar dignamente el hotel, porque tenemos la dignidad del trabajo”.