ESPECTáCULOS
› REPOSICIONES Y ESTRENOS TEATRALES EN LA CARTELERA DE ENERO Y FEBRERO
Paneo general sobre escenarios porteños
Buenos Aires sigue manteniendo intacta y ágil la actividad teatral que la caracteriza. Algunos espectáculos ya probados, como Discepolín y yo o Justo en lo mejor de mi vida, vuelven. Otros, como La Duarte, Cayáte, lengua o Secretos a cuatro voces, comienzan sus desafíos con el público.
› Por Hilda Cabrera
Si se acepta que cada vida es una única historia con remiendos y cada obra teatral, una parcela que intenta dar sentido y forma a una o varias historias fragmentadas, no es ocioso preguntarse qué ofrece hoy esa otra gran parcela que es la cartelera teatral porteña, siempre tan diversa, incluso en época de vacas flacas. No pocos elencos atravesaron estos días “el momento de la verdad”, el encuentro, o desencuentro, con un público que suele dar sorpresas tanto a quienes apuestan a lo convencional como al riesgo y a la experimentación. 2004 se inició con numerosas reposiciones y el traslado a los escenarios de la costa de espectáculos ya probados en la capital. Esto se debe, en parte, a la iniciativa de empresarios dueños de salas en Buenos Aires y Mar del Plata. Si bien se espera que el espectador discierna y decida a su gusto, vale recordar algunos títulos y señalar los estrenos.
Entre las reposiciones se encuentra Venecia, acaso la obra de Jorge Accame más premiada y representada. Una versión de esta pieza, que rescata la ilusión amorosa de una vieja y ciega madama de un pobre prostíbulo provinciano, se ofrece ahora, en versión de Santiago Doria y dirección de Gastón Raggio, en el Teatro Larreta, de Obligado y Juramento (en el barrio de Belgrano). Otro espectáculo que vuelve es Justo en lo mejor de mi vida, de Alicia Muñoz, con Luis Brandoni, Alejandro Awada y elenco, sólo que esta vez al Metropolitan 2 (de Av. Corrientes 1343), puesto que el Maipo (Esmeralda 443), donde se estrenó en 2003, está ocupado por el actualizado Candombe nacional, de Enrique Pinti, y por La Duarte, con la bailarina Eleonora Cassano. Los destacados Eduardo Solá, Jean-François Casanovas y su grupo Caviar regresan a De La Casona, de Av. Corrientes 1975, con Cayáte lengua!! (recreación de los personajes de Niní Marshall), donde Ana Padovani reestrena Querida Niní, dirigida por Santiago Doria. Por su lado, Leo Dizen presenta en Gargantúa (Jorge Newbery 3563) Niños de Belén. Este trabajo se basa en la novela El Evangelio según Jesucristo, de José Saramago, y se puede ver sólo los viernes. La entrada (de 5 pesos) incluye una copa de vino o una taza de café. Otra pieza de interés que se ofrece únicamente los viernes es Telarañas, de Eduardo Pavlovsky, por el grupo In Crisis que dirige Nora Rule (en Actor’s Studio, de Av. Corrientes 3565). Un espectáculo nuevo es Secretos a cuatro voces, donde Marikena Monti actúa y canta. Los textos pertenecen a la dramaturga Patricia Zangaro y al escritor, ensayista y dramaturgo recientemente fallecido Pedro Orgambide. La dirección musical es de Oscar Laiguera y la general, de Diego Kogan. La obra que se ofreció ayer en función especial para lectores de Página/12 se verá a partir del sábado 24 en De La Casona. Se inspira en las figuras de Pepita Avellaneda (cupletista y tanguera de las décadas del 20 y el 30), Edith Piaf y Billie Hollyday.
Umbrales, escrita y dirigida por Teresita Galimany, sigue en el Celcit, de Bolívar 825, reducto del director Carlos Ianni, el actor, dramaturgo y director Juan Carlos Gené y la actriz y directora Verónica Oddó, entre otras personalidades que, además de concretar montajes, dictan cursos. En ese espacio comenzaron los ensayos de una versión de Antígona, de Sófocles, a cargo de José Watanabe, con actuación de Laura Obligado y codirección de Iris Guiñazú y el mismo Ianni. Continúan además en cartel: Las mucamas, singular adaptación de Las criadas, de Jean Genet, sobre dramaturgia de Patricia Espinosa y Román Podolsky (en Del Abasto, Humahuaca 3549); El alquiler de la sombra, escrita y dirigida por Norman Briski (Calibán, México 1428); Total, por los Susodichos (los viernes, en La Trastienda, Balcarce 460); Continente viril, por Los Macocos (en el Centro Cultural de la Cooperación); El camino a La Meca, alegato en contra de la discriminación, donde la premiada China Zorrilla compone a la escultora Helen Niemand, nacida en Sudáfrica; La Madonnita, de Mauricio Kartun (en la Sala Cunill Cabanellas del TSM, de Av. Corrientes 1530), Discepolín y yo, de Betty Gambartes y Bernardo Carey, protagonizada por Diego Peretti (Teatro Presidente Alvear); Angelito Pena, con libro y dirección de Julio Chávez (en el Centro Cultural Recoleta, Junín 1930), y el unipersonal Ojo!, de Carlos Belloso (Gargantúa, Jorge Newbery 3563). A modo de reflexión sobre los mitos argentinos y la figura de Diego Maradona, se estrenó El Diez (entre el cielo y el infierno), musical de Daniel Dátola y Héctor Berra, que incluye temas de Juan Carlos Baglieto y Lito Vitale (en el Metropolitan). Otro musical ambicioso es Las mil y una noches, de Pepe Cibrián Campoy y Angel Mahler, con el cantante Juan Rodó y un elenco numeroso (Teatro Opera, Av. Corrientes 860). Mucho más modesto es Desilusiones, una vuelta de tuerca sobre el teatro-musical que dirige Nicolás Pérez Costa sobre temas originales de Nacho Medina. Este trabajo se verá a partir del viernes 23, en el Teatro de la Comedia (Rodríguez Peña 1062).
Los nietos nos miran es una traslación escénica del libro homónimo de Juana Rottemberg. Actúa Graciela Dufau, dirigida por Hugo Urquijo, con asistencia de Mónica Cabrera. La dramaturgia pertenece a Beatriz Matar y la obra se presenta en Multiteatro (Av. Corrientes 1320). Allí se ofrece también La prueba, de David Auburn, con Osvaldo Santoro y elenco, y dirección de Carlos Rivas. El protagonista (ante el espejo), con libro y puesta de Luis Agustoni, reaparece en el Paseo La Plaza. Esta vez, el rol que cumplió en 1988 Oscar Martínez (multipremiado por aquella actuación) es compuesto por Fabián Gianola, a quien acompañan Emilia Mazer y otros intérpretes. Nuevas directivas para tiempos de paz es la historia de un inmigrante polaco que trata de rearmar su vida. Esta pieza de Bosco Brasil sube a escena el miércoles 28 en el Teatro de la Comedia, con actuaciones de Arturo Bonín y Norberto Díaz, dirigidos por Víctor García Peralta, un estudioso del teatro brasileño contemporáneo. Pasaje de ida, de Ricardo Cardoso, con Ana María Casó y Julio López, intenta reflexionar sobre la identidad y las acechanzas que se ciernen sobre las actitudes solidarias en tiempos de derrumbe social. Esta pieza es dirigida por Elena Novoa, y se presenta en Actor’s Studio.
A estos títulos se suma Che, Mordisquito, obra en un acto de Miguel Amestoy y Patricia Rey, sobre la etapa radial de Enrique Santos Discépolo. “Mordisquito” no era Discépolo sino aquel a quien se dirigía: “Un oyente imaginario y antiperonista” (en el Teatro Payró, San Martín 766); Negociemos, pieza de Alicia Muñoz, dirigida por Julio Gini, con interpretaciones de Ana María Colombo y Oscar Núñez (en Andamio 90, de Paraná 660); El gran regreso, con Alfredo Alcón y Nicolás Cabré (en el Paseo La Plaza); De protesta, con Alejandro Tantanian en actuación y canto, música de Marcelo Moguilevsky y dirección de Alejandro Maci y el mismo Tantanian (en el San Martín, Av. Corrientes 1530), y Panorama desde el puente, de Arthur Miller (desde el viernes 23, en el TSM), con protagónicos de Arturo Puig y Elena Tasisto junto a un elenco dirigido por Luciano Suardi.
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