Mar del Plata se convirtió en imán para varios espectáculos concebidos en Buenos Aires. Se trata en general de comedias y shows de humor o divertimentos como El cocinero, con Pablo Alarcón (que va los domingos, en el Café del Teatro Auditorium). Entre las excepciones, en cuanto a su procedencia, figura Faldas largas, de los rosarinos Rolo García, Mario Vidoletti y Miguel Kleiner, cuya particularidad es la utilización de palabras no inventadas que llevan como única vocal la A. Esta rareza se puede ver en el auditorio de la Alianza Francesa, en La Rioja 2073. Entre los nuevos títulos se encuentran La burlona tragedia del corpiño, con Fernando Peña (La Subasta, Güemes 2955); El show de las divorciadas, con Ana Costa, Catherine Fulop, Anita Martínez, Cecilia Milone y Julia Zenko, dirigidas por Manuel González Gil (Teatro Corrientes, Corrientes 1760); De guante blanco, con libro y dirección de Jorge D’Elía, y actuaciones de Alejandro Fiore, Martín Seefeld y Federico D’Elía (en el Lido, de Santa Fe 1751), y Humoris causa, con Hugo Varela, en el Auditorium (Bvard. Marítimo 2280). En este espacio se repone un trabajo ya ofrecido en Buenos Aires, Reconocernos (foto), del que participan Thelma Biral, Selva Alemán, Duilio Marzio, Inés Rinaldi, Juan Carlos Cuacci y otros artistas, conducidos por Oscar Barney Finn. También Monólogos de la Gambaro X3, sobre textos de Griselda Gambaro e interpretaciones de Mariela Santarelli y Claudia Disti, dirigidas por Tina Serrano. Destino de gloria es el título de la última propuesta de Antonio Gasalla y un elenco que integra María Rosa Fugazot (Neptuno, Santa Fe 1761), y Congelada, la pieza que interpreta María José Gabin, dirigida por José María Muscari. Este espectáculo se basa en la novela Cómo me hice monja, de César Aira. La adaptación es de la misma Gabin, supervisada por el dramaturgo Mauricio Kartun.