ESPECTáCULOS
› LOS CORTOS DE CANAL 7 SOBRE LOS DESAPARECIDOS
Memorias de la vida cotidiana
Familiares de víctimas del terrorismo de Estado utilizan la pantalla oficial para recordar brevemente a sus seres queridos.
› Por Mariano Blejman
Los testimonios aparecen de pronto, mientras se mira la tele, sin pedir permiso, sin avisar. Son familiares de víctimas del terrorismo de Estado de la última dictadura militar, que hacen uso de la palabra para contar su historia. Y aparecen en Canal 7, ni más ni menos: emisora estatal que en aquella época fue intervenida por las tres Fuerzas Armadas (las verdaderas “tres A”, como escribió alguna vez Rodolfo Walsh). Algo pasó en el medio –además de 28 años desde el golpe del 24 de marzo de 1976– para que esto llegara a suceder. Bajo la conducción de Ana Skalon, directora del área periodística y no-ficción de Canal 7 (Leonardo Bechini dirige la parte de ficción), con la producción de Gisella Busaniche, Silvia y Paloma García, comenzaron a filmar testimonios que seguirán en pantalla todo el año. “Cuando empecé la gestión en noviembre, pensé que una manera de acompañar el trabajo del Gobierno en derechos humanos era poner recordatorios diferentes sobre los desaparecidos”, cuenta Ana Skalon. La idea era traerlos al presente: “Al estar desaparecidos no están muertos”, puntualiza. “Tenemos que relacionarnos con los que no están.” Los micros se ven en la programación de ocho a diez veces por día.
La madre, Carmen Lapacó, habló el 17 de marzo sobre su hija Alejandra, desaparecida desde ese día de 1977. La consigna de la producción no era ahondar en el dolor, sino abordar el recuerdo de manera diferente. En menos de un minuto, Carmen la recuerda extrovertida, políglota y amante de la pintura. En otro corto, Silvia Reigada habló de Juan Brero, que desapareció –como Marcelo Butti, por entonces novio de Alejandra– el 19 de marzo. Reigada recuerda “cómo Juan vivía siempre para los otros”.
Canal 7 no pretende “hacer grandes proclamas ni bullicio con este tema”, cuenta Skalon, pero sí comenzar a experimentar algunos formatos sobre la memoria, que son necesarios. Y reclamar un espacio público del cual “habíamos sido eliminados”, dice Skalon. Esto comenzó en marzo, a modo de recordatorio del golpe del 24 de marzo de 1976 y “para ver cómo reaccionaba la población”. Pero la idea es que estas historias sigan emitiéndose durante todo el año, si los testimoniantes acompañan. Por lo pronto, ya hubo varios llamados al canal de familiares de víctimas del terrorismo de Estado que querían contar su propia historia: entre ellos la madre de Tomás Abad, que era escultor y también integra la lista de desaparecidos. “Se le ofrece la pantalla a un familiar o a un amigo que quiera recordar desde el afecto a una persona que no está”, dice Skalon.
El trabajo de Canal 7 en busca de agilizar la memoria no termina allí. Su archivo histórico debería servir para recuperar relatos olvidados por la población, que pudo ver –pero no oír– el Juicio a las Juntas Militares de 1985 que se emitió en este mismo canal. “Apenas comencé la gestión, pusimos un documental sobre el regreso de Perón en 1972. Como parte del archivo, sin saberlo, Horacio Pietragalia identificó a su padre. Lo vio en una imagen y allí supo que era un hijo de desaparecidos”, cuenta Skalon. Desde entonces, se abrió la posibilidad de acceder a los archivos fílmicos de los ‘70 para ver si se podía identificar familiares “en la medida de la disponibilidad física que tenemos que instrumentar con Presidencia, para que sea útil a ellos y a nosotros. Buena parte de ese material está en fílmico”.
Gisella Busaniche, de la producción, cuenta lo difícil que fue lograr los testimonios iniciales. Recién ahora, después de ver emitidos los primeros micros, los testimoniantes comprendieron que se podía recordar desde una mirada diferente el dolor del pasado. Se pudo ver, por ejemplo, cómo era Irma Carrica, enfermera que trabajaba con Ramón Carrillo, desaparecida el 18 de marzo de 1977. Quien la recuerda es su hijo, Héctor “Pelusa” Carrica, un militante social, integrante de la CTA. El periodista y abogado Manuel Gaggero se puso realmente nervioso a la hora de hablar sobre su hermana Emilia Susana Gaggero: “No me la puedo imaginar con canas, pero estaría bárbara”, dice Gaggero. Ese testimonio se emitirá el lunes. Emilia Susana nació el 9 de marzo de 1976. También se verá a María Eva Fuentes Walsh, hablando en homenaje a su abuelo Rodolfo Walsh. Ella recuerda, entre otras cosas, su buen humor y su amor por el ajedrez: “Para muchos era un gran periodista y para mí, era mi abuelo Rodolfo”.
“A través de estos pequeños gestos se va recuperando lo que perdimos en estos años de dictadura, menemismo y bastardización de la pantalla pública como lugar de negocios”, dice Skalon. Hubo otro hecho que sirvió para percibir de qué manera un canal público puede servir de eslabón para la memoria: el año pasado, cuando se emitió el documental Las playas del silencio, de la Universidad de La Plata, aparecía el recordatorio a una mujer desaparecida. Su padre vio el nombre y quiso saber cómo era que su hija estaba mencionada en el trabajo. Lo que pasaba era que “uno de los que trabajó en el documental fue novio de esta mujer a quien sólo conocía por su ‘nombre de guerra’”. Haciendo la investigación, descubrió cómo se llamaba realmente y lo puso al final del documental. Así fue como el padre conoció a quien alguna vez fue el novio de su hija, de quien nunca supo su nombre hasta hace poco.