Cuatro personas, dos matrimonios y un tema recurrente que, de una u otra manera, invade sus cabezas desde diferentes perspectivas pero con el mismo peso psicológico: el sexo. Por un lado, un esposo que no tiene pruritos en serle infiel a su esposa cuantas veces pueda, aun cuando ella todo lo sepa pero prefiera callar y seguir adelante como si nada ocurriera. Por otro, una esposa dominante con pinta casi asexuada, pero que en su intimidad esconde un perverso juego de seducción para con los otros, mientras su esposo se esfuerza con controlar y reprimir sus fantasías sexuales con el único método que le da resultado: la masturbación. Dos parejas treintañeras sobre las que girará la trama de Historias de sexo de gente común, el unitario que Telefé estrena esta noche a las 23.30, cuyo protagonista principal serán las diversas formas en las que el sexo incide, positiva o negativamente, según el caso y el momento, en las vidas cotidianas de las parejas contemporáneas.
En su primer programa de ficción íntegramente realizado por la productora (anteriormente había coproducido Hospital público), Endemol Argentina decidió abrirse camino a través de una apuesta jugada. Protagonizado por Carolina Peleritti, Carlos Santamaría, Jazmín Stuart y Juan Manuel Gil Navarro, a lo largo de ocho capítulos el ciclo irá tejiendo historias que abordarán las diversas formas en que lo sexual se manifiesta en la vida cotidiana de las personas: la infidelidad, la homosexualidad, las fantasías, las inhibiciones y el deseo de tener un hijo serán algunos de los ejes que transitarán los personajes de Historias de sexo de gente común. Todo bajo un estética audaz pero que no por ello descuida la calidad visual del ciclo escrito por Alejandro Ocón (Tiempo final y, próximamente, Sangre fría, el ciclo de terror que en estos momentos está grabando Ideas del Sur en la Patagonia).
“Hubo en la TV muchos ciclos que se centraban en el tema del sexo, pero creo que la diferencia de Historias... es que tiene un gran cuidado estético”, le detalla a Página/12 Carolina Peleritti, quien debuta como protagonista de unitario. “Además, las historias están contadas de tal forma que nada hace ruido ni molesta. El personaje de Carlos (Santamaría), que hace de mi marido en la ficción, se masturba en cámara. Esa escena, si no está bien lograda, podría resultar patética para los televidentes, pero sin embargo resulta muy graciosa en pantalla”, señala la actriz, que también forma parte de La señorita de Tacna, la obra de teatro protagonizada por Norma Aleandro que por estos días se presenta en el teatro Maipo.
–¿Por qué el subrayado de “gente común” en el título del ciclo?
–El título encierra el concepto que quiere transmitir el programa. Creo que si hay algo que nos une a todos los seres humanos es el sexo, este tema que tanto lo tenemos en la cabeza pero que habitualmente lo reprimimos vaya a saber uno por qué. Pero Historias... no será un programa donde se vea sexo explícito o la historia sólo avance por lo sexual en sentido carnal. Tiene que ver con las relaciones que uno tiene con nuestro propio sexo y el opuesto, con nuestra sexualidad, con los mitos, con las fantasías, las relaciones de pareja...
–Pero se trata de un ciclo que va a tener un fuerte componente hot. Hay escenas de sexo que son muy audaces...
–Hay escenas que tienen más audacia que otras. No es un programa donde se van a ver situaciones de sexo explícito, llevado a un lugar donde realmente lo que se ve es tan fuerte que no se puede ver. En todo caso, lo que se ve son situaciones que fueron fuertes para grabarlas, pero que están trabajadas visualmente de tal manera que no hacen ruido en los televidentes. Mi personaje, por ejemplo, tiene muy pocas escenas donde se la ve teniendo relaciones sexuales, es más bien de insinuar. Es un programa que va a tener un fuerte elemento erótico, pero con buenas bases de comedia. Una comedia erótica, en definitiva. Tiene muchas situaciones delirantes y ridículas que transitan estos personajes.
–¿El sexo funciona como un disparador para desplegar los problemas que inundan las cabezas de las parejas de treinta y pico?
–De alguna manera, sí. Pero también se abre a una franja de gente mayor, porque el sexo es una realidad que no reconoce de géneros ni de edades. Tiene que ver con el pensamiento, las preguntas, las dudas, las fantasías que de alguna manera todos tenemos... Por eso creo que no es un ciclo para treintañeros: todos los espectadores se van a sentir identificados, con las situaciones o los personajes. Son situaciones que vivimos en la vida cotidiana, ya sea porque las protagonizamos, porque nos la contaron o porque las vimos. No son situaciones fantásticas.
–¿Por qué cree que las temáticas relacionadas con el sexo fueron ganando lugar en la TV?
–Porque la TV le está dando al sexo el lugar que ocupa en la sociedad, en la vida de todos. De a poco, la TV trata de manejar este código, mostrando más o menos, pero el sexo está presente en cada historia que se cuenta. El sexo es algo que nos pertenece y hay que hablarlo, aun cuando para alguna gente sigue siendo un tema tabú. Lo bueno es que la TV rompió hace rato el tabú del sexo, porque su omisión mediática era ridículo en el seno de una sociedad que casi piensa todo a partir del sexo. Igualmente, en relación con lo sexual, todavía creo que es mucho más fuerte lo que pasa en la realidad que lo que se ve en la ficción.