ESPECTáCULOS
› CHRISSIE HYNDE
“Hoy nadie es libre”
Reverenciada por varias generaciones de chicas que empuñan la guitarra, defensora de los derechos de los animales y vegetariana militante, se siente lejos del ritmo de vida que impuso su banda emblemática, The Pretenders. Quizá por eso, el próximo sábado, en el Luna Park, presentará un show acústico, acompañada por Adam Seymour y por el brasileño Moreno Veloso.
› Por Roque Casciero
Es una muñeca brava, de esas rockeras que destilan actitud. Pero si sólo fuera eso, tras un cuarto de siglo desde el comienzo de su carrera su nombre hubiera quedado únicamente para el recuerdo de los más fanáticos. No, Chrissie Hynde compone buenas canciones y las canta con un feeling único. The Pretenders es su banda y también su alias: es la única integrante del grupo que nunca ha cambiado. Pero ahora esta mujer de 53 años, reverenciada por varias generaciones de chicas que empuñan la guitarra, está pensando en dejar atrás varios de los que entiende como vicios del rock. Fue por eso que aceptó una propuesta para hacer una gira acústica sudamericana –que la traerá el próximo sábado al Luna Park–, acompañada por Adam Seymour, guitarrista de Pretenders, y –sorpresa– Moreno Veloso y su banda. “Tienen algo interesante porque juntos son como una especie de banda de punk experimental”, explica Hynde en conversación telefónica con Página/12. “Pero no punk como el clisé de matones tatuados y medio tontos: punk en el sentido de quebrar con algo. Pueden tocar realmente lento. Y yo hace rato que quiero deshacerme de todo lo que sea rápido y a alto volumen. Especialmente lo del volumen, lo rápido no es tan malo, aunque cuando vas demasiado rápido perdés el sentimiento. Y cuando es muy estruendoso, perdés la melodía y el sonido. Ese ha sido mi problema en los últimos años: la música estruendosa en los restaurantes, sobre el escenario. Ahora doy vueltas por ahí temiéndole a la música. Cuando escuché el álbum de Moreno, hacía esfuerzos por escucharlo porque canta muy bajo: hacia el final del disco tenía la oreja pegada al parlante. Entonces pensé: ‘Ah, ahora me acuerdo, de esto se trataba ser seducida, que es muy diferente de que la música te golpee como un martillo’. Eso es lo que quiero de la música hoy en día y por no encontrarlo estaba casi lista para alejarme de ella. La música me parecía desagradable.”
–¿Cómo descubrió a Moreno Veloso+2?
–Estaba en San Pablo con un amigo, a punto de dejar la ciudad, y nos llamaron para avisarnos que Caetano Veloso tocaba esa noche en un concierto muy pequeño en un hotel. Fuimos y quedé muy impresionada por el cellista, aunque no sabía que era el hijo de Caetano. Alguien me dio el disco de Moreno y entonces caí en la cuenta de que además era cantante y compositor. Justamente me habían propuesto hacer una gira acústica por Brasil, entonces le pedí a mi tour manager que se fijara si podía conseguir a toda la banda, aunque suponía que no iba a ser fácil. Mi idea fue darle mis canciones para que hicieran lo que quisieran, para que sonaran como cualquier cosa salvo canciones de Pretenders. Y eso es lo que hicieron.
–¿O sea que las canciones de Pretenders que tocan ya no se parecen a la banda?
–No suenan a las versiones grabadas. Las canciones ya no dependen de ganchos o líneas de bajos, que son las que generalmente las mantienen. No puedo decir que suenan a música brasileña, pero ciertamente tienen algún componente.
–¿Tiene planes para grabar con Moreno?
–No tenemos ningún plan, sólo hemos hecho tres shows. No puedo hablar por Adam, aunque me parece que al principio estaba en un estado de temor y ansiedad porque yo acordé hacer estos shows sin recordar que ni siquiera había conocido a los muchachos. Pero, de hecho, mi instinto funcionó bien. Y en este juego lo único con lo que contás es tu instinto, cuando lo perdés estás en problemas. Le dije a Adam: “No toques nada, dejá que hagan lo que tengan ganas”. De hecho, no tocamos tantas canciones de Pretenders. Son canciones que he cantado en el pasado, pero que no son necesariamente canciones de la banda. Además, trato de alejarme de Pretenders porque siento que debería haberlo hecho hace rato, pero soy una persona muy lenta y muy leal con mi banda.
–¿Eso quiere decir que no habrá más Pretenders?
–No lo sé. El otro día, cuando hicimos un show en Belén, pensé: “Nunca en mi vida había visto un público como éste”. No se parecía a ningún público así, era gente muy receptiva y de mentalidad abierta. Tocamos un material que en otro lugar hubiera significado que nos bajaran del escenario a botellazos: muy tranquilo, lento, pero el público fue benevolente con nosotros. Respondía muy bien a la música y no le molestaba el hecho de que no fuera una canción de Pretenders, que era lo que esperaba.
–Aquí la gente esperará canciones de Pretenders.
–Siento decirles que esto es otra cosa, así que no esperen ver a Pretenders. Por supuesto, hay otra misión que tengo, que es la de promover el vegetarianismo y la protección de las vacas.
–Estará enterada de que en la Argentina se come mucha carne.
–Sí, lo sabemos. Los ganaderos objetan que yo hable sobre eso. Me han dicho que van a llevar armas a los shows y sé muy bien que todos tienen una. Todos vivimos en países donde se come mucha carne, es por eso que este planeta es semejante desastre. Jugamos a que somos Dios y pensamos que podemos matar a quien sea para nuestro propio placer. Y recién cuando empecemos a mostrar compasión en nuestras vidas será cuando empecemos a recibirla.
–Usted se hizo vegetariana a los 17 años. ¿Por qué tomó esa decisión?
–Era joven y nunca había conocido a un vegetariano, pero eran los días del hippismo: debo haber escuchado la palabra “vegetariano” y eso fue todo lo que necesité. Y después escuché sobre un país llamado India, y descubrí que ahí la gente era vegetariana desde hacía cinco mil años, entonces pensé: “Si eso es posible, quiero ser parte de eso. Ya no quiero ser parte de esto”. Por eso me fui de Estados Unidos, que vive en la cultura de la hamburguesa.
–Entonces se mudó de Ohio a Londres, donde trabajó en la tienda Sex de Malcolm McLaren (justo cuando ahí se gestaban los Sex Pistols), fue periodista de rock y hasta estuvo a punto de armar una banda con los miembros de The Clash. ¿No sentía una especie de shock cultural?
–Sí, estaba en una especie de shock cultural, pero eso es mejor que el suicidio, que era lo que estaba contemplando (risas). Además, yo crecí escuchando música inglesa y me excitaba mucho vivir allí.
–Muchas rockeras la tienen como modelo. ¿Qué le provoca eso?
–Eso de ser un modelo es un accidente horrible. No le sugeriría a nadie que me siguiera en nada, salvo en mi vegetarianismo, porque mi vida no es algo que nadie quiera imitar, créame. Salvo que quiera pasarse un montón de tiempo en soledad, cosa que no le recomendaría a la mayoría de la gente. Por otra parte, no creo que sea tan bueno que las mujeres piensen que son independientes y libres, porque nadie es libre: todos somos esclavos de nuestros deseos materiales. No sos libre porque tengas un trabajo. Y muchas mujeres están erradas por su idea de libertad. Siento mucho decir que quizá yo sea parte de eso que las llevó a equivocarse, aunque no quería que me siguieran. No es importante ser una mujer fuerte: lo importante para una mujer es ser amable, caritativa y dulce. Y también no dejarte avasallar por los hombres. Las mujeres se quejan de cómo las tratan los hombres pero, ¿quién crió a esos hombres? Sus madres. Ellas son las responsables, porque en estos tiempos los padres ni siquiera están presentes. O sea que las mujeres tienen mucha responsabilidad en criar a sus hijos y no deberían negar lo que tiene de bueno ser mujeres. Y eso es lo que veo mucho en la escena musical occidental: las mujeres son estrellas porno. Y no hay nada femenino, ni bueno, ni que valga la pena, ni interesante en ser una estrella porno. Si hasta los perros son estrellas porno...
–Pretenders está nominado para el Salón de la Fama del Rock and Roll...
–(Interrumpe.) Sí, y espero que perdamos porque no quiero ir a una ceremonia de entrega de premios.
–Bueno, pero otros nominados son héroes suyos como The Stooges y Patti Smith.
–Ni siquiera quiero hablar sobre este tema porque odio los premios y son todo lo que se supone que el rock no debería ser. El rock no es una competencia, me importa un carajo quién gana, espero no tener que ir y no quiero hablar de eso. No compito con nadie.
–El dato apuntaba a preguntarle si alguna vez imaginó que iba a pertenecer a la plana mayor del rock.
–Iggy Pop es mi héroe, amo a Patti Smith y les deseo lo mejor. Pero la gente quiere parecerse a ellos por su talento. Para mí, si te interesa parecerte a alguien, que sea por sus virtudes, no por su talento. ¿Qué es el talento? El talento construyó una compañía como McDonald’s, que es pura maldad. Todo depende de cómo se use el talento.
–¿Votó en las elecciones de Estados Unidos?
–Quería votar. Le mandé un telegrama a Bruce Springsteen diciendo que quería votar por el esfuerzo que él había puesto en Rock The Vote (una campaña contra George Bush), pero como vivo en Inglaterra no creo que mi voto haya llegado a tiempo. De todos modos, no importa quién votó por quién, porque Bush va a seguir en el poder. Es lo que quieren los estadounidenses, así que obviamente es lo que los estadounidenses se merecen. Pero no hablemos de política, creo que eso oculta los verdaderos temas importantes en la vida. Es una distracción más.
–Pero afecta más que otras distracciones.
–No afecta más que lo que comiste en el desayuno. Lo que te llevás a la boca y lo que sale de tu boca te afectan más que quién dirige la Casa Blanca.
–Bueno, lo que haga quien dirige la Casa Blanca puede implicar que haya gente que no pueda llevarse nada a la boca.
–El punto es que en este planeta hay cosechas suficientes para alimentar a todos. La distribución de la comida es lo que está muy mal. Y eso nos lleva a los ganaderos, porque ellos alimentan al ganado con comida que debería ir a consumo humano. Es demasiado fácil apuntar a los políticos desde un punto de vista intelectual y agnóstico. Eso es algo muy norteamericano, de buscar al tipo bueno y al malo. Es como las películas de cowboys. Pero lo que tenés que buscar es al tipo bueno y al malo que están dentro tuyo.
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