ESPECTáCULOS
› CUARTA TEMPORADA DE 24
Nuevos desafíos para Jack Bauer
La serie vuelve hoy a las 21, por Fox. Es que los terroristas no dan respiro.
› Por Emanuel Respighi
La pregunta asalta la mente del cronista luego de ver los dos capítulos que dan inicio a la cuarta temporada de 24. ¿Qué hace posible que una serie con tres temporadas completas en su haber, manteniendo el formato, el nudo dramático y el héroe de la historia, continúe atrayendo a los televidentes con la misma intensidad que provocó tres años atrás, aun conociendo el desenlace que tendrá la historia? La nueva temporada de la serie protagonizada por Kiefer Sutherland, que Fox estrena para América latina hoy, a las 21, vuelve a repetir viejas fórmulas. La posibilidad de un atentado, nuevamente en manos de un agente extranjero, amenaza otra vez el orden democrático estadounidense, poniendo en el centro de la escena al agente Jack Bauer, a la postre el héroe que salvará –una vez más– a la sociedad estadounidense. Nada nuevo respecto de lo que pasó en las tres últimas temporadas. Sin embargo, muy diferente...
La genialidad de 24 reside en el hecho de que nunca pierde su nudo dramático, vertiginoso y siempre dispuesto al imprevisto. A modo de anticipo, Fox emitirá todos los capítulos de la tercera temporada en una maratónica programación especial que comenzó ayer a las 21 y culminará hoy en ese mismo horario, dando paso al capítulo inicial de la cuarta temporada.
Si inicialmente la atracción de 24 pasaba por el formato en tiempo real –cada capítulo representa una hora en tiempo real de narración de la trama–, el desarrollo de los capítulos y las posteriores temporadas demostraron que la serie es mucho más que la innovadora idea de que una temporada se desarrolle a lo largo de un arduo día. De hecho, está comprobado que no basta una buena idea para hacer un buen programa de televisión. Por eso, a medida que pasan las temporadas el espectador cae en la cuenta de que tan o más importante que el formato de 24 es su guión –no por casualidad ganador de tres premios Emmy–, que no da respiro. Si a eso se le suma un adecuado casting de actores –comenzando por el mismo Sutherland– y la implementación de variados recursos (la “pantalla mosaico” y el reloj digital avanzando encima de la imagen), no es complicado entender por qué 24 es una de las series de acción y suspenso más renovadoras de la última década.
Antes de adelantar cómo será la cuarta temporada, bien vale hacer un breve repaso de los tres complicados días que tuvo que sortear –no sin estar varias veces al borde de la muerte–, el agente federal Jack Bauer. En la primera temporada, tuvo que enfrentarse contra un grupo terrorista que planeaba asesinar al primer candidato negro en llegar a la presidencia de los EE.UU., luego de sufrir secuestro de su hija y la muerte su esposa. En la segunda, pudo abortar la amenaza terrorista que amenazaba con volar la ciudad de Los Angeles. Y en la tercera, el gran Jack desbarató el intento de diseminar un virus letal por parte de un narcotraficante mexicano. En todos los casos, Jack siempre salió vivito y coleando, más allá de algunos rasguños.
La cuarta temporada de la serie de la “paranoia” comienza a las 7 de la mañana. Despedido de la Unidad Gubernamental Antiterrorista (CTU) por su supuesta adicción a la heroína, Jack parecería estar disfrutando de una vida más tranquila de la que supo llevar, trabajando para el secretario de Defensa de Estados Unidos y rearmando su vida amorosa –aunque a escondidas– con la hija de su empleador. Sin embargo, haciendo gala de los imprevistos golpes de timón que suele tomar la trama de 24, el azar hará que nuevamente Bauer ponga en riesgo su vida para defender a la sociedad estadounidense de una nueva amenaza. En esta oportunidad, el terrorismo se presenta en sintonía con los nuevos tiempos: alguien (¿terroristas turcos?) coloca un virus en Internet para atentar contra la red mundial de comunicaciones virtuales. Una jugada que, en realidad, parecería tratarse de un entramado mucho más complejo, implementado por un grupo abiertamente contrario a la política armamentista de los EstadosUnidos. Pero los cibernautas no deben desesperar: allí estará Jack para erigirse una vez más como el auténtico paladín de la justicia. Al menos, claro, para la “omniamenazada” sociedad estadounidense.
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