ESPECTáCULOS
› DANTE QUINTERNO (N) Y UNA ATIPICA EXPERIENCIA EN LA FAVELA CARIOCA LA ROCINHA
La tevé comunitaria del nieto de Patoruzú
Quinterno transformó la favela más grande de Río con un novedoso sistema de TV que derriba prejuicios, facilita la inclusión social e inspira experiencias similares en la Argentina. “La pelea es por darles la posibilidad de sentir que no son ladrones”, dice.
› Por Julián Gorodischer
Se desplaza por la favela de Río de Janeiro como un santo patrono sin altar propio. Dante Quinterno (nieto) podrá caer en todos los vicios de la demagogia (acariciar cabezas, destinar halagos a sus grasitas, recibir el agradecimiento de la masa), pero combinados con una honestidad brutal: “El negocio tiene que ser rentable y los números deben cerrar”, define a la TV comunitaria TV Roc, que revolucionó la favela reclutando voluntarios para sus noticieros, magazines, ciclos musicales y crónicas deportivas. Lo que se ve en pantalla es el continuado de la vida en la villa carioca, bajo la doctrina Endemol para un buen reality. TV Roc muestra a esos hombres y mujeres, músicos, escolas do samba influida por la estética de la productora del Gran Hermano, que por estos días en Brasil es furor. “Me gusta el formato Endemol –dice Quinterno–: leve, simple, informativo. Una imagen natural, poco formateada, con total delicadeza en la iluminación. Es como la vida en directo, bastante digerible, lo opuesto a una persona en foco durante quince minutos: eso haría que se pierda la atención. Necesito que aparezcan esas vidas de escultores, arquitectos, estudiantes, moradores...”.
–Después de nueve años de TV Roc, ¿se derribaron prejuicios?
–Se ayudó a que las empresas entiendan que tienen que salir del mercado de clase alta. A partir de que entramos nosotros, llegaron bancos, tiendas y hasta un pequeño box de helados de McDonald’s. Empezaron a caer los miedos. Hay que dar posibilidad a esa gente, y no por un tema de acción benéfica: tienen que cerrar los números. La pelea es por incluirlos en un mercado, darles la posibilidad de sentir que no son ladrones. No nos fijemos en el uno por ciento que pertenece al crimen y el narcotráfico, sino en el 99 por ciento restante. ¿Por qué los medios prefieren centrarse en el uno por ciento?
–¿Qué temas interesan a TV Roc?
–Transmitimos en vivo eventos importantes como las prácticas de Los Académicos de la Rocinha, la escola do samba, que permite dar alternativas y participación a la gente más vieja y a los chicos que no tienen otro modo de ingresar a la TV. Otra forma de fomentar la construcción de ciudadanía es transmitir las elecciones entre los distintos candidatos a presidir la Asociación de Moradores (vecinos). Serán los que unan el asfalto a la favela, y la TV comunitaria garantiza un conteo transparente de los votos. Jamás cubrimos actos políticos; sólo nos fijamos en obras concretas.
¿Contrainformación? La palabra de moda en weblogs alternativos y asambleas barriales elude las imágenes de noticiero, se corre de los lugares comunes (el villero negro, violento, delincuente, inculto) para redescubrir a músicos, artistas, intelectuales y activistas que circulan por la villa. “La violencia es puro cuento. ¿Qué es más peligroso, el adentro o el afuera?”, se pregunta el argentino, según su apodo poco original. Pero la extraña experiencia de TV Roc, en la favela más grande de Río, se distancia de la jerga típica que saturan sus pares argentinas (ver recuadro): aquí domina la noción de lucro, en franca exaltación del mercado ampliado, o en defensa del “consumo extendido”. Es que, en el principio, Quinterno (empresario argentino emigrado en 1996 en busca de nuevos horizontes económicos) descubrió que era rentable venderles un servicio de cable a los pobres. Y decidió compensarlo con su más filantrópica experiencia comunitaria, que se sale de la lógica comercial para reivindicar otras voces.
–Premios de la comuna de Río, apoyos de ONG y acuerdos con universidades de Río y San Pablo para que sus estudiantes realicen pasantías. ¿Qué cree que valoran?
–Que hayamos integrado a la ciudad del asfalto y la del morro. La cereza del postre es la sensibilidad que generamos en futuros periodistas. Hacen pasantías en TV Roc y piensan sus entrevistas desde otro punto de vista. Estamos generando un sentido crítico: experimentan que lo que dicen losmedios no es siempre la verdad. Pero también el vecino de la favela viene y me dice: “Dante, yo quiero hacer esto...”. Y para cualquier ciudadano es importante expresarse en un medio a puertas abiertas, ante un público de 130 mil personas.
Cuando se pone sentimental explica su hazaña en términos de posesión. Dice que su abuelo (el creador de Patoruzú e Isidoro) se le mete en el cuerpo para enseñarle cosas. “La posibilidad de abrir los ojos al tema de la justicia e injusticia –dice–, de ofrecer el acceso a la información y el entretenimiento a la mayor cantidad de gente, como sucedía con sus historietas.” En la programación que ideó hay un espacio principal para la lectura de noticias de diarios a cargo de vecinos, cobertura de fiestas, desfiles de samba y partidos en La Rocinha, siempre con el bajísimo presupuesto de diez mil reales (unos diez mil pesos), dos cámaras y no más de treinta personas. Así y todo, les gusta imponer el slogan “Donde pase algo, habrá una cámara de TV Roc”, con la pretensión ubicua que posibilita el universo pequeño. A su militancia por los derechos ciudadanos se suma un gusto más mundano por el reality y el talk show, que también tienen un lugar. Alguien podría pensar, ante algunas experiencias de TV Roc, en un pariente cercano del Gente que busca gente. El año pasado Quinterno recibió el pedido de una fundación para ayudar a encontrar a una persona desaparecida en La Rocinha, y al día siguiente de pasarlo se supo que estaba viviendo en otra favela. La voz en el handy dio la indicación urgente al camarógrafo: rumbo a esas lágrimas.
–¿Por qué emplear los formatos remanidos de la TV de las tardes?
–Hicimos la reunión frente a las cámaras: la participación de la comunidad vuelve creíble a TV Roc.
–¿Qué ofrece La Rocinha al paseante novato?
–Dentro de La Rocinha se puede experimentar una extraña forma de mimetismo con los vecinos: en el primer recorrido se sale del estereotipo del habitante criminalizado.
–¿Cree en el equilibrio entre la acción social y el rédito?
–Doy a la gente de bajos recursos acceso a Cartoon, TNT, información, entretenimiento, una ventana a otros países.... Señores de la favela, todo el mundo los está mirando. Y ustedes pueden ver a todo el mundo.
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