ESPECTáCULOS
› EN EL RODAJE DEL AVISO DE AUTOS QUE
ESTA DIRIGIENDO SPIKE LEE EN BUENOS AIRES
“Filmar no es sólo ir a festivales”
El cineasta es uno más entre decenas que vienen a realizar avisos. “Hay que hacer el esfuerzo de que una ciudad luzca como otra”, dijo el director de Malcolm X a Página/12.
› Por Julián Gorodischer
Spike Lee tiene un deseo: lograr que Buenos Aires se parezca a Nueva York. No es el primero que lo intenta: atraídos por el cambio favorable de moneda y en busca de arquitectura exquisita, cada mes llega una decena de producciones extranjeras a filmar en las calles y parques porteños. ¿Cómo adaptar a Buenos Aires a las necesidades del producto de luxe, aquí la marca de autos BMW? “Ese es el trabajo más difícil”, dice el director de Haz lo correcto y Malcolm X a Página 12. “El trabajo mayor es de locaciones: hay que darle a Buenos Aires un perfil europeo o neoyorquino, cuando en verdad no hay un parecido real con Nueva York. El placer es dar con la historia indicada, encontrar lugares ideales para el producto, hacer el esfuerzo enorme de que una ciudad luzca como otra.” La que filma por estos días en el microcentro es una publicidad viñetera, según dicen sus colaboradores. Un auto circula y, a su paso, encuentra palabras sueltas que conformarán una frase, asociada a la compra, en el final. Edificios al estilo europeo y torres de Catalinas aportan el ambiente necesario para impresionar al tano comprador. Y la sentencia final (un secreto de Estado) resumirá el concepto: “Aunque pienses que está todo bajo control, liberate” (o comprate un BMW).
Paradojas de la publicidad: Spike Lee, cineasta de la liberación negra, amante de las historias de rebeldes y no integrados, se pone a trabajar para el producto menos pensado. Lo contrató una agencia italiana para que retrate el recorrido del auto caro como sólo él puede hacerlo: planos rápidos que alternan fachadas del Edificio Catalinas, el Cine Atlas de Belgrano, la Catedral y Diagonal Norte (locaciones preferidas por anglos y francófilos). En una pausa del Día Uno del rodaje, después de haber filmado en el Cine Atlas, en el extraño cruce de Avenida del Parque y Balbín (elegido por ser un camino amplio, como salida de ciudad) y en Catalinas (síntesis de ciudad moderna), se le preguntará por esa contradicción aparente de pasar de la biografía de un revolucionario como Malcolm X a la promo del producto de lujo. “Filmar es hacer de todo –dice–; es concursar en festivales, hacer un cine para seguidores, pero también ponerse a trabajar al servicio de una marca de autos. Lo importante es tener conciencia de que uno no lo sabe todo. Siempre hay algo que aprender y lo esencial es seguir teniendo el mismo entusiasmo.”
Dicen de Spike Lee, en el set de filmación, que es un director de los que nunca dudan. Que si los locales acostumbran a captar diez tomas por cada una que finalmente queda, él trabaja de a dos por cada una. El rodaje, así, avanza a ritmo rápido y seguro. Aquí no hay diálogos, ni protagónicos de hombres o mujeres bellos. O tal vez el protagónico sea de Buenos Aires transfigurada: llena de carteles y afiches en inglés, visitada por autos importados hasta lograr que ese recorrido urbano no dé Latinoamérica. Sólo una escena podría tener una connotación local: de pronto el BMW se topa con una manifestación en Plaza de Mayo con 200 extras que gritan y portan carteles (se filmará hoy en la Plaza, pero sin que se vea la Pirámide, ni el Cabildo, claro). Pero, ¿qué tiene que ver una marcha en la Plaza con un BMW de Nueva York o Roma? “De pronto –revela Marina Hambra, coordinadora de producción–, alguien se va a dar vuelta y mostrará el cartel con la leyenda: Control your life.” Queda claro: no hay discurso (ni el de la protesta) que, adaptado, no pueda aportar a la venta.
Aconsejan, en el mismo set, dejar de lado los prejuicios y pensar que “de última, acá hay un verdadero aporte social”, como dice Sebastián Capellari, de la productora Peluca Films, que colabora con Lee. Tal vez esté pensando en algún componente conceptual que remita a La hora 25 o en la presencia de un elenco de extras mayoritariamente negros que introduzca la cuestión racial en el marketing de producto... Pero nada de eso. “Lo ideológico tiene poco que ver en esta historia”, agrega. “La industria publicitaria también genera puestos de trabajo. Y eso también es social.” Es hora de reclamar a Lee y colaboradores, secretos para adaptar a Buenos Aires... ¿Cómo se la transforma en un horizonte de rascacielos y buenavida? ¿Cómo se borran graffitis y productos autóctonos hasta despersonalizar el paisaje de todos los días?
“Usando muchos espacios y rincones de Diagonal Norte, microcentro, la fachada de la Catedral, y aglutinando 200 extras como si fuera el tránsito de la Gran Manzana”, dice un asistente en el set de Catalinas. Un estudio de Baset (la dependencia del Gobierno de la Ciudad que coordina las filmaciones extranjeras) indica, no casualmente, que son ésos los espacios más solicitados por las producciones de afuera. “Además hay que trabajar sobre la señalética: retirando toda la gráfica nacional y poniendo logos internacionales. Los extras deberán ser cosmopolitas: se cuenta una historia de gente diversa y por eso se piden asiáticos, pelirrojos, con rastas...”, añade un cameraman. “Hay muchos perfiles europeos, pero no hay negros”, agrega Marina Hambra. “Y si estás en la Plaza de Mayo, nunca se verá la Casa Rosada.”
Si para su próximo film (Inside Man, una de suspenso con Jodie Foster y Denzel Washington), Spike Lee imaginó una compleja trama de misterio y violencia en la que un policía hará todo lo que esté a su alcance para impedir el robo de un banco, para su labor en publicidades imagina otros códigos: intuye que hacer un aviso de calidad significa apostar a la imagen impactante, el golpe de efecto, la comprensión inmediata. Por eso, en el aviso de autos no se verá ni siquiera al conductor: sólo inmensos mensajes de texto de fácil lectura, edificios bellos, un auto impecable a toda velocidad. “Un gran director debe saber utilizar bien todos los medios que tiene a su disposición”, aconsejó Lee el miércoles a los estudiantes de la Universidad del Cine, amuchados de a cientos para reverenciarlo. “Hoy en día existen muy pocos cineastas que tengan conocimientos en todas las áreas, por lo que hay que formarse en ese sentido y practicar continuamente para seguir aprendiendo.”