También conocido como el “brazo artístico” de Abuelas de Plaza de Mayo, el ciclo Teatro X la Identidad festeja sus 5 años de trabajo sin pausa hacia su objetivo mayor: colaborar en la búsqueda de los 400 niños nacidos en cautiverio durante la última dictadura militar, a quienes les fue apropiada su verdadera identidad. Con más de 100 espectáculos autogestionados por más de 1000 teatristas (entre actores, dramaturgos, directores, escenógrafos, vestuaristas y dueños de salas), se calcula que sus producciones fueron vistas por unos 100.000 espectadores.
Con el tiempo, la propuesta fue sumando apoyo en el resto del país: en las provincias de Córdoba, Buenos Aires, Chaco, Misiones, Tucumán y Ushuaia se replicó, tres años después, la experiencia iniciada en el Centro Cultural Ricardo Rojas. Por otra parte, desde 2004 Teatro X la Identidad se ha transformado en un ciclo internacional, ya que algunas de sus obras fueron vistas en ciudades del exterior, como Connecticut, Barcelona, Canarias, Madrid y La Coruña. El acto de festejo tendrá lugar hoy a partir de las 18, en el Obelisco, junto a grupos de teatro callejero y orquestas de tango. A las 20, en el Teatro Broadway, con la presencia de Enrique Pinti, Gabriel Goity, Daniel Fanego, Manuel Callau y Patricia Sosa, entre otros, se dará a conocer la programación 2005 (ver recuadro) que se extenderá desde el lunes 25 de julio hasta el 12 de septiembre, en las salas Foro Gandhi, Teatro Payró, Teatro de la Comedia, Teatro del Pueblo y Teatro del Nudo. Entre los 200 teatristas que participaron de la primera edición, la actriz Susana Cart –quien integra la comisión de dirección del proyecto–, repasa los 5 años de TXI.
–¿Cómo se generó el proyecto?
–Teatro X la Identidad se gestó a partir de la necesidad de las Abuelas de Plaza de Mayo de buscar formas distintas de transmitir a nuestra comunidad el drama de la desaparición de sus hijos y nietos. Con esta motivación se conectaron en 2000 con la dramaturga Patricia Zangaro y los actores Valentina Bassi y Daniel Fanego, quienes elaboraron un espectáculo basado en testimonios reales al que llamaron A propósito de la duda. En realidad, la idea era hacer dos o tres funciones en el Rojas, pero el éxito fue tal que este espectáculo siguió durante un año, ya en el Recoleta. En su inmensa mayoría, los espectadores eran menores de 25 años. Como consecuencia de esto, Daniel y Valentina realizaron una amplia convocatoria entre los teatristas, con el fin de utilizar esta experiencia como base para un movimiento más amplio. De los aproximadamente 200 teatristas que participamos surgió la primera Comisión de Dirección en esto que decidimos llamar teatroxlaidentidad. Todavía no éramos conscientes de que comenzábamos un camino de la mano del teatro, del teatro político.
–¿Cómo fue cambiando el ciclo con el tiempo?
–Hubo cambios todos los años, porque estábamos aprendiendo y fuimos reflexionando en base a la experiencia y al intercambio con Abuelas. En el ciclo 2001 propusimos como temática la apropiación de niños. Hicimos una amplia convocatoria a autores, y para gran sorpresa nuestra se presentaron 125 obras. Dado que no podíamos producir esa cantidad, se conformó una “Comisión de Lectura”, integrada por personalidades de reconocido prestigio, para seleccionar las obras. Se eligieron 41 obras, que fueron representadas en 14 teatros, durante 14 lunes: los lunes de la identidad. La participación de todos los teatristas (alrededor de 500), así como las salas participantes fue, para siempre, gratuita, para que la entrada también fuera gratuita y que nadie quedase excluido.
–¿Qué pasó durante el crítico 2002?
–A pesar de la crisis, decidimos realizar el ciclo, ampliando la temática a la identidad en lo cultural, social y político. Y tomamos de las Abuelasuna consigna: “Mientras exista un solo pibe con su identidad falseada o robada está en duda la identidad de todos”. En el 2003, pensamos que había mucha gente que por falta de medios no podrían llegar al centro, por lo que varios elencos yiraron por varias localidades del Gran Buenos Aires, creando el “TxI itinerante”. También reflexionamos acerca de la necesidad de profundizar en la temática de modo que se reunieron 100 jóvenes con el fin de participar en los “Talleres de TxI”. Así surgieron ocho obras que participarían en 2004. El año pasado hubo 12 obras elegidas por concurso, representadas en 10 teatros, durante 10 lunes.
–¿Aumentó el número de jóvenes que buscan conocer su historia familiar?
–Según la estadística de Abuelas, cada vez que se produce el ciclo las presentaciones espontáneas se multiplican por siete. Al finalizar cada función se acerca algún joven con dudas o alguna persona que conoce un caso. Hasta ahora se encontraron ochenta nietos. Algunos habrán salido de alguna función de TxI. Nosotros no hacemos discursos políticos, sino que utilizamos la única herramienta que conocemos, que es el teatro.