El exitoso film de la realizadora argentina Lucrecia Martel La ciénaga, se estrenará hoy en Francia en medio de un recibimiento impresionante de la prensa especializada, que la señala como una sensación del nuevo cine mundial. “Se trata de uno de los signos más resplandecientes de la renovación del cine argentino”, recordó ayer el diario Le Monde al anunciar el estreno. “Después de los notables Mundo grúa, de Pablo Trapero, o La libertad’, de Lisandro Alonso, llega La ciénaga, asombrosa película que es la revelación de un talento original, de una mirada a ninguna otra parecida”, subrayó la nota publicada ayer por el diario.
Para Le Monde, “si hubiese que elegir una película para familiarizarse con ‘la nueva ola’ del cine argentino debería ser seguramente ésta”. Varios medios franceses han publicado durante los últimos meses notas afirmando que luego del éxito internacional del cine oriental en su conjunto y del cine iraní, la próxima gran cosa a descubrir por el Primer Mundo es el nuevo cine argentino. Le Monde no dejó de recordar ayer que “por una oscura ironía del destino, cuando Argentina atraviesa uno de los períodos más dramáticos de su historia, llegan a Francia los signos más brillantes de la renovación de su cinematografía”.
La ópera prima de Martel, que participará del próximo Festival de Cine de Rotterdam, recibió distinciones en numerosos festivales: en Sundance (1999), donde fue premiado su guión; en Berlín (2001), donde ganó el premio a la mejor ópera prima; en Toulouse (2001) y en La Habana (2001), donde obtuvo seis Corales. Ya cuando se vio en Berlín buena parte de la crítica europea se apresuró a saludar en Martel una nueva gran realizadora. De hecho, hoy la salteña está en Francia, becada por un organismo oficial durante seis meses, para concluir el guión de lo que será su segunda película.
“Como es a menudo el caso con las obras más ricas del momento, la película se distingue por la pobreza de su argumento”, aunque reúne “un lento y meticuloso ceremonial que lleva a los confines de lo fantástico”, afirmó la virtual crítica publicada ayer por Le Monde, anticipándose al resto de los diarios franceses, en su condición de vespertino. “Bajo las especies privilegiadas del vino, de la sangre y de la carne”, añade, el film se revela “como una obra cuya dimensión es a la vez política y teológica. A través del tema espiritual y temporal de la encarnación, la película interroga el estatuto del cine mismo, pero también la historia particular de Argentina”, plantea la nota.