ESPECTáCULOS
› “AMERICAN PIE 2, TU SEGUNDA VEZ ES MEJOR”
Nada es como la primera vez
Por M.P.
Una comedia juvenil casi por definición es, antes que otra cosa, una celebración del presente. Tonta y ciega, tal vez. Entusiasta y contagiosa, a veces. Asquerosa y desafiante, por lo general. Pero esta inútil secuela de American pie (1999) –aquel inesperado Porky’s de los noventa que llegó recién a fines de la década– inaugura la comedia juvenil nostálgica. Un género que no hace más que recordar, durante casi todo su metraje, lo bueno que fue el pasado inmediato. Lo buenos que fueron aquellos chistes, por ejemplo, tan ausentes ahora. Recordar, al fin y al cabo, a la primera American pie. La buena. Que no es ésta, claro.
Con el dúo creador de la American pie original escondido detrás del rótulo de productores, American Pie 2, tu segunda vez es mejor consigue sin embargo, reunir a los protagonistas del film original. Si dos años atrás el simpático Jim y sus amigos intentaban no terminar vírgenes la secundaria, esta vez el centro de la historia es no aburrirse demasiado durante las vacaciones que llegan después de su primer año en la universidad. Pero el regreso al hogar y la reunión con los ex compañeros lo único que hace es recordar lo mal que envejece toda hilaridad.
Con un muy buen gag inicial entre Jim y su padre, que quiere tanto ser canchero que no lo será nunca, esta segunda American pie es una especie de canto a la humillación sexual pública y a la interrupción del acto sexual. Con un guión que interminablemente acude al “te acordás cuando...” y escenas tan largas que no parecen terminar nunca (y que incluso fagocitan su propio humor), la genuina gracia directa contenida en la primera American pie apenas si asoma en esta secuela sin sentido y sin timming. Eso sí, lo único que se mantiene de aquel film es la corrección política (además del asco, claro). Pero no fue eso precisamente lo que hizo famosos al film ni a sus protagonistas.