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Hay algunos “homenajes” que nadie quisiera recibir. Por ejemplo, el que los humoristas gráficos españoles Ricardo y Nacho le hicieron a Quino: el 21 de diciembre del año pasado, el día posterior a los saqueos, publicaron en el diario El Mundo la viñeta que acompaña esta nota, en la que puede verse a Mafalda escapando presurosa del almacén “Don Manolo” con varios paquetes robados en la mano. La reflexión de Manolito es la misma que tuvo Julio César cuando descubrió que su hijo Bruto era parte de la conspiración para matarlo. “Tú no, Mafalda”, dice dolorido el hijo del almacenero gallego, traicionado por su amiga del alma. A Quino el chiste le cayó pésimo, y así lo hizo saber en una entrevista publicada en un portal de Internet (www.clubcultura.com) donde tiene alojada su página web personal. “Los dibujantes quisieron hacerme un homenaje, pero demostraron una gran ignorancia sobre cómo se desarrollaron los saqueos en la Argentina. Los saqueos no fueron espontáneos sino organizados. Se saqueó incluso Musimundo... La gente que tiene hambre no va en busca de discos”, dijo el humorista.
Según Quino, si los autores de la viñeta leyeron sus historietas, no le prestaron atención a las características de sus personajes. Por cariño a su amigo, “Mafalda jamás, jamás hubiera ido a saquear el almacén de Don Manolo”. “Es más, Manolo le habría llevado a su casa la comida si Mafalda la hubiera necesitado. Me parece un horror”, continuó. Además destacó que no lo habían llamado para pedirle permiso y que la sensación de fastidio se agravó porque un diario francés reprodujo el chiste.
Quino aseguró que lo que más le dolió fue que sus personajes quedaran “involucrados en determinado movimiento político”. Cuando se le consultó si se refería al peronismo, respondió “sí, claro, por supuesto” y vinculó elípticamente a dirigentes justicialistas con la organización de los saqueos: “En todo el país estos asaltos se produjeron a la misma hora. Lo comentaron también los diarios franceses”.
La visión de Quino sobre el país es totalmente pesimista. “No puedo predecir qué salida va a tener. Salida buena, desde luego que ninguna. Han bloqueado todas las cuentas bancarias, la gente está indignada y seguirá protestando, lo que va a originar una represión. No veo salida. Las consecuencias se van a verificar en los próximos meses, cuando la gente no tenga para pagar ni los gastos de su casa. Va a ser un desastre”.
Desde su casa de Milán, Quino confiesa haberse sentido afectado en su labor como humorista. Las tiras que publica en la revista Viva, dice, quedarán “muy descolgadas, porque la gente está muy angustiada, haciendo continuamente colas delante de los bancos”. “Entonces, ¿qué le vas a contar de divertido en una página dibujada a 12 mil kilómetros?”.
La primera tira de Mafalda fue publicada el 29 de septiembre de 1964 en “Gregorio”, el suplemento de humor de la revista Leoplán. Al año siguiente, el personaje más famoso de Quino se mudó al desaparecido diario El Mundo (casualmente tiene el mismo nombre que la publicación española que incluyó la viñeta de la discordia), donde estuvo hasta diciembre de 1967. Luego fue la revista Siete Días la que le dio lugar a la tira. Los libros de Mafalda se han publicado en España, Italia, México, Finlandia, Francia y Alemania, entre otros países. Aunque después volvió a dibujar a la nena reflexiva para campañas de salud y por los derechos del niño, la despedida oficial de Mafalda fue el 25 de junio de 1973. Antes del chiste de los españoles, Quino tuvo que sobrellevar su indignación varias veces por el uso indebido de su personaje más famoso. Los más recientes fueron cuando Aldo Rico lo utilizó para hacer campaña po y cuando la Iglesia salteña colocó a Mafalda en un ataúd con la leyenda “Demasiado tarde para pensar en Dios” para promocionar el Jubileo 2000.