ESPECTáCULOS
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Seis músicos folklóricos explican la leyenda
Julio Paz (Dúo Coplanacu): “Los Chalchaleros son la columna vertebral del folklore. Están más allá del bien y del mal porque de ellos salió casi todo. Nosotros siempre los reconocimos como referentes. A los Chalcha los respetan tanto los renovadores como los tradicionalistas, porque tanto unos como otros se nutrieron de ellos. La otra noche, en la Plaza Próspero Molina, fue una gran emoción estar arriba del escenario con tantos músicos para homenajearlos, para agradecerles todo lo que hicieron por la música argentina. Se despidieron formalmente, pero gente como los Chalcha muere cantando. Lo lindo fue ver cómo el público los quiere, después de 50 años. Eso es lo mejor que le puede pasar a un músico”.
Jorge Bulacio (Tucu Tucu): “Para nosotros son un referente, junto a otros grandes como los Hermanos Abalos. Personalmente siempre los admiré, desde jovencito. No es casualidad este sentimiento con que un país entero los ha seguido durante cincuenta años, sin abandonarlos. No creo que en el mundo existan muchos artistas que puedan conseguir eso. Tuve el honor de participar en el homenaje que se les hizo el martes en el escenario mayor de Cosquín. Para mí fue muy fuerte verlo al gordo Saravia quebrado por las lágrimas, sin poder hablar”.
Víctor Hugo Godoy (Los Cuatro de Salta): “Es el grupo de folklore que nos marcó a fuego a quienes llevamos esta música en el alma. Para todos nosotros han sido referentes, no sólo en los artístico sino como seres humanos. El gordo Saravia tiene una dignidad en la forma de encarar la vida que pocas veces he visto. Son solemnes cuando cantan, pero tienen un gran sentido del humor, y son grandes truqueros. Hasta el día de hoy andan con un mazo de cartas en el bolsillo de cada uno, llegan al camarín, ponen el bombo en el medio y te desafían a muerte. Creo que esta pasión de ellos por el truco simboliza la amistad”.
Sergio Galleguillo (Los Amigos): “Ellos son el camino inevitable en el folklore argentino. Para quienes somos jóvenes y sentimos el folklore como parte nuestra, es muy importante su ejemplo. Sobre todo en estos tiempos en que muchos se acercan a esta música como una moda, y van adaptando sus estilos a lo que dicta el mercado, así como los que hacen cumbia empiezan a hacer cumbia villera porque les da más plata. Ellos nos enseñan que el folklore es otra cosa, que no hay que desviarse de las convicciones y tener claro quién es uno, de dónde viene y qué camino quiere seguir”.
Beto Hassan (Opus Cuatro): “Son los grandes maestros de todos nosotros. Creo que todos los que de una manera u otra estamos relacionados con el folklore hemos aprendido de ellos. Los Chalchaleros nos demuestran que siendo honestos y consecuentes con lo que nos proponemos es posible hacer una huella y un camino que permanezca, por más duro que sea el temporal. Son un ejemplo de honestidad y profesionalismo. En un ambiente tan amplio como este, dudo que alguien pueda hablar mal de ellos. Eso habla de la forma en que se manejaron durante medio siglo”.
Walter Carabajal (Los Carabajal): “Son una de las instituciones vivas del folklore, un espejo en el que todos recurrimos a mirarnos. Ellos nos enseñaron que el folklore es pura raíz, y que en la sencillez está el corazón de la música. Son también un ejemplo de perseverancia, amor por la música y profesionalismo. Es sumamente difícil llegar hasta donde llegaron ellos, en las condiciones en las que lo hicieron, con la frescura y el estilo intactos. Participé en el homenaje que se les hizo en la Plaaza Mayor, con gran alegría pero también con algo de dolor. Conozco en carne propia lo que significa el escenario para un artista, por eso imagino que el momento de abandonar el escenario, a la edad que sea, debe ser algo realmente muy duro” .
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