ESPECTáCULOS
• SUBNOTA
Lo peor de esta edición
- Los tejes y manejes intra escenario por dirimir qué artistas ocuparían el anhelado horario de televisación, un fenómeno ya histórico en el Festival.
- El poco sentido comercial de los hoteleros coscoínos, que fijaron precios que no se adaptaron a la crisis, basados en la idea de asegurarse en una semana la subsistencia para todo el año.
- La decisión de los organizadores de transmitir el festival a través del Canal 26 de cable, que no llega a todo el país.
- La histeria adolescente desatada por Luciano Pereyra y el empeño de sus guardaespaldas por evitar su contacto con la gente, en un lugar en el que los artistas caminan libremente por las calles con total naturalidad.
- El cantante, animador y organizador de peñas cordobés Juan Bautista, presentando en el escenario de la Próspero Molina a un chiquito no vidente con el siguiente speach: “Luciano, el niño que canta y emociona”.
- Las ausencias (algunas ¿inexplicables?; otras, por falta de acuerdo en el cachet). Faltaron Chango Spasiuk, Raúl Carnota, Peteco Carabajal, León Gieco, Mercedes Sosa, entre otros imprescindibles a la hora de hablar del folklore argentino actual.
Nota madre
Subnotas