ESPECTáCULOS
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“Charly nos echó, mal”
Mariela y Diego fueron integrantes estables de la banda de Charly García durante cinco años. Ingresaron en junio de 1997 y se mantuvieron hasta mediados de 2002. El corrosivo rock-star los defraudó, cuentan. “Decidió cambiar de banda y nos mandó decir a través de su manager que no nos quería más. Nos echó, mal. Para nosotros fue un balde de agua fría.”
–¿Qué les dijo?
D.D.: –Estuvo mal. En marzo tuvimos un show en La Plata y nos echó por razones que no dan para comentar y, además, por no ensayar. El problema era que te llamaba a las 10 de la noche para que fueses a ensayar a las 12 y encima, cuando llegabas, estaba durmiendo o llegaba a las 4 de la mañana. Al principio no nos importaba, pero después de cinco años se torna denso. Empezamos a tomar cierta distancia y después nos echó. Celeste Carballo dice que somos unos héroes por haber bancado tanto. Para mí fue como un luto....estaba orgulloso de tocar con él.
Podría intuirse que en el mundo del arte existe un plus de sensibilidad que diferencia el tipo de relación laboral entre las partes. Los músicos dicen que no es así. “Gremialmente te sentís como un esclavo: no tenés horarios, trabajás a la hora que el jefe dispone y siempre te pagan menos de lo que te prometen. Sos accionista en la desgracia y no en el éxito. Abusan de tu sensibilidad como artista. El líder lleva siempre las de ganar, igual que los comerciantes, managers y productores. El músico, en cambio, es como el flete: cobran todos y, si sobra, cobrás vos”, dice Mariela.
–¿No hay nada que los ampare legalmente?
M. CH.: –Es que nunca nos quisieron firmar contrato. Trabajamos un año para sacar Influencia y, en el momento de la edición, el usufructo fue de otro.
Nota madre
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