ESPECTáCULOS
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Un choque de planetas
Quién lo hubiera pronosticado. Hoy el tango tiene actitud y estética heavy y rockera, con intérpretes como Daniel Melingo y el pelilargo Omar Mollo (foto), y bandas como Buenos Aires Negro. Que es, explican ellos, la actitud con la que nació el género. También deriva hacia versiones en dos por cuatro de The Beatles, como dejó registrado el pianista y compositor Daniel García en su logrado disco Tangos de Liverpool. Pero el último grito del tango viene en envase electrónico. Un grito que nació, en realidad, con el grupo argentino-francés radicado en Francia Gotan Project. Y que en estos pagos prendió al punto de que ya se organizan fiestas de tango electrónico, en milongas under –ya hay milongas under– como La Catedral. El proyecto Bajofondo Tango Club, capitaneado por Gustavo Santaolalla, tomó la delantera en la Argentina, con un hit que canta Adriana Varela, Perfume. Hace poco, en el festejo del Día Nacional del Tango, los DJ tangueros comprobaron la potencia de los milongueros de ley. Habían cortado la calle Corrientes invitando a una “milonga electrónica”. Fueron muchos los que sólo retuvieron la primera parte de la propuesta y llegaron con los zapatos de baile bajo el brazo, dispuestos a desplegar los pasos del dos por cuatro al aire libre. No pudo ser, la música era otra. Lejos de dar una tranquila media vuelta, los milongueros se trenzaron en acaloradas discusiones con los electrónicos. El encuentro dejó varias decepciones y una enseñanza: aunque ambos reivindiquen el tango, no conviene mezclar scratchs y milongueros de pura cepa. Pueden chocar los planetas.
Nota madre
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