–¿De qué trata Pajaritos?
–Es la historia de una familia que en algún momento estuvo bien, formada por el matrimonio Goity-Mariana Arias. Goity es un tipo que cobra un Plan Jefas y Jefes de Hogar y es un borracho terminal, y Mariana es una mujer manzanera. Ella compuso un personaje muy interesante, de 40 y pico de años. Y tienen hijos adolescentes. Y todo lo que conlleva esto en la Argentina, cómo sobrevive esta gente de clase media que hoy es nada. Me gustó mucho el desafío de laburar con el Puma, porque no hace un papel cómico. Compone un papel maravilloso. Y creo que es un doble desafío también con Mariana, que siendo una modelo va a derribar prejuicios, porque cuando la vean no lo van a poder creer. Ese es un desafío que como director a mí me gusta asumir, como cuando lo hicimos con Iván Noble o con Capussotto en Zapada. Cuando vienen a hacer algo que es completamente distinto a lo que hacen habitualmente. Cuando empecé a escribir el papel, siempre pensé en el Puma. Me dijo que sí sin siquiera ver el guión. Es un tipo al que yo admiro muchísimo. Y con Mariana trabajamos un poco más, porque era muy difícil su personaje, tuvo que venir un par de días acá, le presenté a una manzanera, vio cómo actuaba, cómo era el trato con la gente. Fue un lindo laburo.
–¿Tiene algún otro proyecto en marcha?
–Pablo Trapero quiere producirnos una película. Por otro lado, estoy laburando con otro guión que va a transcurrir en Córdoba. Es sobre un escritor al se le encarga hacer el guión para una película y el tipo no puede escribir y está todo el tiempo acechado por los productores. Tiene una historia de amor con una piba; me gusta mucho y creo que Córdoba va a ser un buen marco.