Julieta Díaz comenzó a estudiar teatro a los doce años en cursos barriales. A los 17 ingresó en la escuela integral La Barraca, de Rubens Correa y Javier Margulis. Más tarde cursó un seminario intensivo con Cristina Moreira sobre bufón y sainete. Y llegó el momento de la TV, que le acaparó casi todo su tiempo. En 2002 participó del ciclo Teatro por la Identidad y colaboró en espectáculos de la compañía Sucesos Argentinos. Fue convocada para cortometrajes y dos largos: Déjala correr, una película de Alberto Lecchi, y Herencia, de Paula Hernández. Emma Bovary es su gran debut teatral. Dice que su fantasía no era salir en TV sino ser actriz. Su primer trabajo fue en una miniserie de Fernando Spinner, Bajamar, filmada en Villa Gesell y con un elenco de primera: Norman Briski, Patricio Contreras, Alejandro Urdapilleta, Leonardo Sbaraglia... La mamá de Díaz es alumna en la Escuela del Relato de Ana María Bovo. Cuando se enteró del proyecto sobre Emma... le pidió a la directora una prueba. Así ingresó en el elenco. Escribe poesía, pero como “desahogo”. Para componer su papel en Soy gitano estudió flamenco y se relacionó con gente de la comunidad. Hoy es una de las protagonistas de Locas de amor. Envió un texto suyo a Teatro por la Identidad, y se lo aceptaron: “Es sobre Celia Soutullio, mi abuela Chela”, apunta.