ESPECTáCULOS
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LA FICHA
Hernán Piquín nació en Buenos Aires el 13 de noviembre de 1973. Cuando tenía cuatro años, las transmisiones de los ballets en Noches de gala del Teatro Colón, en el viejo canal ATC, despuntaron en él una vocación que su familia no podía creer: quería ser bailarín. A cambio, le ofrecieron otras actividades. Pasó por natación, tenis, gimnasia deportiva y patín, pero su afición a la danza terminó por convencer a su mamá. A los diez años, lo inscribió en el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón. Después de atravesar siete exámenes, Piquín logró ingresar. Era uno de los 17 elegidos entre 2300 aspirantes. Así comenzó su formación. En 1992, fue seleccionado por unanimidad del jurado para integrar el cuerpo del Ballet Estable de ese coliseo. Allí se lució hasta que en 1995 Julio Bocca lo invitó a integrar su Ballet Argentino, donde participó por tres años. Regresó al Colón como primer bailarín y bailó con compañías de Estados Unidos e Italia, hasta que en 2001 Bocca volvió a convocarlo para el Ballet Argentino, donde parece que se quedará por mucho tiempo, a pesar de los ofrecimientos de Maurice Béjart y de compañías en Canadá y Alemania. Cecilia Figaredo, porteña, nació el 15 de enero de 1973. A pura insistencia, consiguió que a los once años su mamá la anotara en la Escuela Nacional de Danzas Nº 2. Después vinieron clases particulares con grandes maestras: Josefina Serrano, Lidia Segni, Gloria Kazda. A los catorce, ingresó a la Escuela del Colón. Dos años después, Bocca la descubrió y la incorporó a su Ballet. Con las inseguridades de una adolescente, Figaredo se abrió paso en esta compañía que la vio crecer y perfeccionarse, que le ofreció participar en los roles principales de sus espectáculos, hasta convertirse en la estupenda primera bailarina que es hoy.
Nota madre
Subnotas