Fragmentos de las entrevistas realizadas para la Audiovideoteca:
Liliana Heker: “No escribo para guardar las cosas en un cajón. No creo en esa gente que viene al taller y dice ‘yo escribo para mí’. El circuito de la literatura se completa cuando lo que uno escribe es leído por los otros. Entonces los lectores me importan. Que me lean y que lo que escribí pese en alguien, lo recuerde”.
Luisa Valenzuela: “No hay escritura sin secreto, no hay develación del secreto porque no lo podemos nombrar. Si no sabemos quiénes somos, a dónde vamos, de dónde venimos. Estamos siempre con las preguntas filosóficas básicas. Esa es la escritura: un intento de entender lo incomprensible, lo por siempre incomprensible”.
Leónidas Lamborghini: “La imagen que tengo es que las palabras se buscan desesperadamente para armar algo. Y uno tiene que estar como operador nomás. Y eso es lo que me gusta de las ‘reescrituras’, porque no es el creador ni nada: a raíz de una lectura vos empezás a ver cosas que intuitivamente las trabajás, rompés la sintaxis, etc. Y que de pronto en ese momento es el caos. Y aprendés ahí que si uno quiere hacer con la palabra, la palabra también quiere hacer a través de uno”.
Osvaldo Bayer: “Toda la literatura que yo escribo es realidad. Porque yo he visto que la realidad tiene mucha más fantasía que cualquier fantasía. Entonces, describo todas esas fantasías que viví. Yo hablaría de una literatura de denuncia, de una literatura que busca la verdad histórica. Uno piensa no en el lector sino en los lectores. Por eso mi búsqueda de un estilo periodístico que se entienda bien. Pero sin abandonar las imágenes que puedan hacer más profunda la descripción de las cosas”.