El fin de semana pasado, Canal 13 volvió a Villa Quinteros, en la provincia de Tucumán, para relatar lo que sucedió tiempo después con aquella historia de desnutrición infantil que disparó una vasta repercusión al ser publicada en tapa por Página/12. En la reciente recorrida que hizo la producción de “En Síntesis” con su habitual sección de “El Ciudadano”, Santo Biasatti pudo observar una vez más y “en carne propia” que el efecto de repercusión de una noticia así es impactante, pero que una vez pasado un tiempo prudencial casi todo vuelve a su lugar. “Cuando se conoció el hecho, durante tres días completos se llenó de funcionarios que aparecían otorgando ayuda. Al poco tiempo sólo quedó la asistencia permanente y solidaria de la gente, que suele ser más consistente y perdura más en el tiempo”, cuenta De Elía. A Biasatti, que no da entrevistas a medios gráficos desde hace varios años, le pica el bichito de contestar dos preguntas
–¿Por qué mantiene a rajatabla esa sobriedad frente a cámara?
–Soy un hombre con humor, pero no confundo eso con el trabajo de presentar noticias ¡Qué mala impresión tienen los que piensan que son divertidos los que se ríen frente a cámara! Debieran conocer a la mayoría de ellos. Porque tengo humor, no debo fingirlo ante las cámaras. Pero si presento una noticia. ¿Qué quiere? ¿Quieren que me ría del corralito?.
–¿A qué cree que se debe su alto nivel de rating?
–Mire, tratamos de buscar la verdad. Y eso tiene un correlato con la gente. Nosotros, los periodistas, camarógrafos, productores, editores, etc., somos trabajadores aunque algunos de este medio piensen lo contrario. Lo importante es no ser complaciente con uno mismo. La televisión siempre da posibilidad de la revancha un día después. Pero la adhesión no es hacia mí. Es debido al mensaje que damos en conjunto.