Desde 1991 “Telenoche” ha ganado en forma ininterrumpida el Martín Fierro al mejor noticiero de canal de aire. Además, dos de esos galardones han sido de oro: uno para Santo Biasatti, el otro para “Telenoche”. Carlos De Elía asumió la gerencia de noticias recién en 1994. Ha resistido en el puesto varias hecatombes nacionales. “El periodismo es más barato que la ficción”, afirma. Aunque, asegura, la crisis argentina convirtió a los programas periodísticos en una especie de talk shows con secciones de último momento: “En vez de estar el cuñado y la nuera, está el ministro y el opinator. Ha sido muy difícil captar la temperatura de la calle, entre grupos de sacados y desaforados, operaciones de otros grupos y operaciones de corporaciones. Intentamos marcar el terreno lo más cerca posible en la calle. Cuando la televisión muestra cuarenta ahorristas desaforados porque no responden en un banco, es una realidad parcial. Son tiempos difíciles para hacer periodismo”.
–¿Puede la televisión movilizar a la gente?
–Cuando hay un escape de gas uno puede ir con una linterna o con un fósforo. Nosotros vamos con una linterna para ver de dónde viene el olor. No es nuestra misión arreglar la pérdida de gas. Ahí terminamos. Pero para que explote algo tiene que haber gas.
–¿La televisión es lo que pasa?
–Es gran parte de lo que pasa, aunque el problema es cuando creemos que lo que pasa es la televisión. Si hubiera un solo canal no sería diferente a la situación actual. Conozco mucha gente que no tiene televisión y no le pasa nada, puede seguir viviendo así.