La designación –en un año electoral– de Vargas Llosa para dar el discurso de inauguración de la Feria del Libro, pese a sus declaraciones ofensivas contra el gobierno argentino, generó una polémica que ayer tuvo otro capítulo político, más que literario, como sucede con el Nobel peruano, que se ha convertido en un activo propagandista de las ideas neoliberales de derecha. Los legisladores porteños del PRO y de la Coalición Cívica lograron que la Legislatura porteña lo declare Huésped de Honor de la Ciudad, superando el voto negativo del kirchnerismo, Nuevo Encuentro y otros legisladores de la oposición al PRO.