“Es hora de que el laborismo se disculpe con los británicos por haberlos llevado a la guerra con Irak a base de mentiras y engaños, y también con el pueblo iraquí por el sufrimiento que le hemos causado.” La frase no pertenece a ningún enemigo del Partido Laborista sino nada menos que al afiliado con más posibilidades de quedar al frente de la fuerza. Jeremy Corbin, que inesperadamente encabeza la carrera interna, también prometió que si gana la interna emitirá una disculpa formal y que “no cometerá ese error nuevamente, no volveremos a desobedecer a las Naciones Unidas ni desoiremos las leyes internacionales”.