En una curiosa postal de los nuevos tiempos, los automovilistas que circulaban anoche por la Avenida 9 de Julio descubrieron que los gigantescos murales de Evita, emplazados en el emblemático edificio del Ministerio de Desarrollo Social, eran imposibles de ver. Estaban apagadas las luces que realzan la construcción de acero, obra de los artistas Eduardo Santoro y Alejandro Marmo. Si alguien sospecha que se trató de un intento de ahorrar energía, se equivoca: por arriba y abajo del oscurecido mural infinidad de luces encendidas formaban una brillante bandera argentina.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux