PSICOLOGíA
• SUBNOTA
Entre tú y yo, no estamos nosotros
Por E. P.
Entre: ni lo tuyo ni lo mío: lo que está en el medio circulando fluyendo.
Para entender esta noción tenemos que dejar de lado, por los niveles de abstracción que implican, nociones como la del vínculo-mediación de interacción, de relación. Las relaciones no son del orden de la existencia. La relación es un concepto. Entre las personas hay contigüidades. La idea de entre apunta más bien a la de conexión y no a la de relación. La interacción de roles no es entre cuerpos concretos: es entre acciones catalogadas socialmente.
No se puede pensar el entre sin cuerpo. Implica otro universo diferente. El “devenir extraño” en la pareja no es un concepto de relación, no es interacción, no es vínculo; no es mediación, no es articulación. Se conecta con la idea de cuerpo como afección. Apunta directamente a la recuperación del cuerpo como régimen de afección. No es un cuerpo físico ni cuerpo recortado en un espacio tiempo. Es el cuerpo del acontecimiento.
Lo que está en juego es la multiplicidad, que no es del orden de la división sino del orden del acto, y el acto no es divisible sino que cambia de naturaleza. El entre es una noción de conexión y de diferencia.
El entre es la modalidad conectiva y diferencial que hay entre dos entidades diferentes. Noción de la acción. Concepto del acto. No de la teoría.
La noción de entre no es intersubjetiva. Es modal; es devenir; es afección. Juega el cuerpo siempre.
“Se trata de un quehacer y un saber. Ni teoría ni técnica, porque no es una disciplina, porque no es una ciencia, porque no es una especificidad, y esto es importante justamente porque esta orientación es crítica de la cientificidad, de la especificidad”: Gregorio Baremblitt.
Todo esto forma parte de los devenires y del fenómeno del extraño en la pareja.
Nota madre
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