Sáb 22.03.2008

SOCIEDAD  › QUINCE CIUDADES DEL ALTO VALLE PELEAN POR RECUPERAR EL FERROCARRIL DESMANTELADO POR MENEM

Una batalla por el tren perdido

Son municipios de Río Negro y Neuquén, que quedaron sin tren de pasajeros en 1993. Desde hace un año se vienen organizando para recuperarlo. Ya juntaron doce mil firmas y consensuaron un “Manifiesto del Valle”. Y esperan que el tren vuelva en los próximos meses.

El andén está vacío. Ningún hormigueo de personas. Nadie llega a la estación. Ningún guarda uniformado asoma, nadie llama por los altoparlantes. Pero sí se escuchan las bocinas ruidosas de un tren, que no se ha detenido. Una formación que sigue de largo con su carga de cemento, carnes, granos y sustancias químicas varias. Cuando el ex presidente Carlos Menem desmanteló, en 1993, la red ferroviaria, el servicio de pasajeros brindado por Ferrosur Roca en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén pasó a convertirse en transporte de cargas. En las viejas estaciones los pobladores de la región reclaman que regrese el servicio. El proyecto, que consiste en poner en funcionamiento un tren urbano a través de los 15 municipios que integran esa región patagónica, podría convertirse en realidad en pocos meses.

En las próximas semanas, la Secretaría de Transporte de la Nación formalizaría una propuesta para concretar la iniciativa. Según estimaciones oficiales, son necesarios alrededor de diez millones de dólares para poner en funcionamiento el tren, rehabilitar vías y estaciones y construir pasos a nivel.

El 20 de septiembre de 2006 un grupo de vecinos de Río Negro y Neuquén comenzó a impulsar el proyecto. Crearon una comisión y subcomisiones en las localidades del Alto Valle. Se promovió y difundió el proyecto. Y se forjó el “Manifiesto del Valle”, un documento que sintetiza los argumentos para que regrese el tren. “Hay un grave problema de seguridad en la red vial que queda evidenciado por los continuos accidentes sobre la ruta nacional 22. El ferrocarril, además de ser por sí más seguro como medio de transporte, redunda en descongestionar la red vial. También brinda mayor seguridad y eficiencia. Y además es más económico y menos contaminante”, argumenta el documento. En otro párrafo, señala que “se cuenta con la ventaja de que en la región ya existe la infraestructura ferroviaria y está en uso, para transporte de cargas”. Por el momento, doce mil firmas apoyan el manifiesto.

“La única traba que existía era que parte de las vías están bajo el uso de la potestad de la provincia de Río Negro, no así en el tramo neuquino. Este uso de potestad se convierte en un escollo, ya que la concesión de este servicio sería brindado por la rama estatal nacional de ferrocarriles. En este sentido, la propuesta es que Río Negro ceda la Línea Norte de sus ferrocarriles a Nación y se quede con la concesión de la Línea Sur”, explicó a Página/12 Edmundo Griffoi, titular de la Comisión Pro Tren del Valle. La iniciativa cuenta con el respaldo de la Cámara de Diputados de la Nación, todos los municipios de la región y ambas legislaturas provinciales.

El servicio uniría las localidades neuquinas de Senillosa, Plottier, Neuquén capital, con las rionegrinas de Cipolletti, General Fernández Oro, Allen, Guerrico, General Roca, Padre Stefenelli, Cervantes, Mainque, Ingeniero Huergo, General Enrique Godoy, Villa Regina y Chichinales. Allí funcionarían trenes importados de Portugal, con capacidad para 150 pasajeros por vagón. Cada uno cuenta con un motor diesel y pueden realizar un recorrido de ida y vuelta sobre el mismo riel.

Cuando se privatizaron los trenes, Río de Negro se hizo cargo del Tren Patagónico –que une las ciudades de Viedma y Bariloche–, a través de una sociedad estatal y también del transporte de pasajeros en el Alto Valle. Sin embargo, en el norte de la provincia no se puso en marcha un servicio ferroviario de pasajeros.

“La decisión del gobernador Miguel Saiz es que si el gobierno nacional formaliza la propuesta y se hace cargo de las inversiones de infraestructura, del material rodante y lo gerencia y controla, la provincia está dispuesta a cederle la concesión del transporte de pasajeros de la Línea Norte”, explicó a Página/12 Bautista Mendioroz, vicegobernador de la provincia de Río Negro. “Nosotros además planteamos como requisito la creación de una comisión integrada por Nación, Río Negro, Neuquén y los municipios del Alto Valle junto a la Comisión Pro Tren del Valle para regular el servicio”, agregó Mendioroz.

El martes pasado, Mendioroz acordó con el subsecretario de Transporte Ferroviario, Antonio Luna, la cesión del ramal norte. En los próximos 30 días el gobernador Saiz firmaría un decreto para traspasar la concesión a Nación. “Si fuese necesario se enviaría un proyecto a la Legislatura y sería tratado y aprobado inmediatamente, porque hay consenso en la provincia sobre la necesidad de contar con ese servicio”, señaló el vicegobernador. Tras la cesión, el gobierno nacional deberá formalizar la propuesta para poner en marcha el tren.

La propuesta del gobierno nacional estaría enmarcada en el reordenamiento del sistema ferroviario, aprobado por el Congreso. El gobierno de Néstor Kirchner ya había prometido arreglar y reconstruir las vías troncales en manos de los concesionarios de transporte de carga, reparar el material rodante, rehabilitar talleres y rieles. Hasta el momento, los trenes reparados han sido pocos y precarios.

“En la zona es necesario que haya otro medio de transporte, ya que los colectivos son muy costosos aquí, y mucha gente no puede pagar el boleto de un colectivo. Además, es necesario que haya un tren que una la zona con Buenos Aires, porque los micros están cada vez más caros: hace seis años gastaba 70 pesos en un viaje ida y vuelta a la Capital; en diciembre del año pasado gasté 270”, comentó a este diario Silvina Campidoglio, una joven vecina de Cipolletti. Al respecto, Griffoi se lamentó porque “el ferrocarril en la época de (Julio Argentino) Roca llegaba a Bahía Blanca y a fin de siglo XIX se discutió la extensión hasta Neuquén y en dos años se construyó ese tramo, y ahora con las vías no hay ferrocarril”.

Por esa región, la empresa de transporte de cargas Ferrosur Roca, que pertenece a la cementera Loma Negra, en manos del grupo brasileño Camargo Correa, atraviesa con trenes de cargas. La concesión de los ramales de lo que fuera Ferrocarril Roca data de marzo de 1993. El traspaso había incluido un total de 53 locomotoras y 4000 vagones en concesión al holding de Amalia Lacroze de Fortabat, entre otros grupos económicos, para cubrir una red de 3300 kilómetros de extensión. Esos rieles atraviesan –además del Alto Valle– todo el norte de Río Negro y llegan hasta Zapala, en Neuquén.

Mientras tanto, los habitantes de la región imaginan gente en los andenes que desaparecerán dentro de las formaciones. Altoparlantes que llamen para abordar el tren. Trenes que comiencen a moverse, que partan a través del valle.

Informe: Esteban Vera

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