El gobierno porteño firmará hoy con una agencia gubernamental española un acuerdo marco para convertir el ex Padelai –ese viejo edificio de San Telmo, abandonado desde 2003, cuando fueron desalojadas las familias que lo ocupaban–, en un megacentro cultural. Será el punto de partida para una cesión en comodato por 30 años de esa construcción histórica, a la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, dependiente del Ministerio de Relaciones Exteriores de España. La obra, que involucra unos 3500 metros cuadrados de construcción, debería estar terminada para la celebración del Bicentenario de la Revolución de Mayo, en 2010. Pero antes de que se inicien las obras, el macrismo deberá lograr la aprobación de una ley de expropiación, en favor de una cooperativa de ex ocupantes que reclaman sus derechos sobre parte del predio.

En el edificio, la agencia española planea construir el Centro Cultural de España en Buenos Aires. “Será parte de la red de centros culturales que la agencia tiene en distintos países latinoamericanos, como México, Colombia y Ecuador”, dijo a PáginaI12 Josefina Delgado, subsecretaria de Patrimonio Cultural. “El proyecto incluye un espacio para jóvenes y niños, una propuesta cultural y social que es importante teniendo en cuenta la población del barrio”, agregó la funcionaria.

En parte de los espacios a recuperar funcionarán un Centro de Interpretación del Casco Histórico porteño, a cargo de la Subsecretaría de Patrimonio Cultural de la ciudad, y un microcine, que gestionará en conjunto con el Ministerio de Cultura porteño.

El ex Patronato de la Infancia consta de dos edificios, uno más viejo, que se levanta sobre la calle Humberto I, a la altura de Balcarce, con un jardín al frente, y otro, sobre la avenida San Juan. Ocupa en total media manzana. Construido en 1887 por el arquitecto italiano Juan Antonio Buschiazzo como un centro para albergar a niños huérfanos o abandonados, durante la presidencia de Carlos Pellegrini, funcionó como tal hasta 1978. Ese año, el intendente de la dictadura Osvaldo Cacciatore dejó otro de sus legados nefastos: prometió a las autoridades del Padelai un predio que nunca les entregó y dejó para la ciudad el viejo edificio que quedó abandonado hasta 1984, cuando fue ocupado por familias sin techo.

El acuerdo marco será firmado hoy por el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, y el secretario general de la Agencia Española, Juan Pablo De Laiglesia, en el Salón Dorado de la Legislatura porteña. Por medio de ese acuerdo marco, el gobierno de la ciudad se compromete a ceder en comodato ambos edificios para que se establezca allí el nuevo Centro Cultural de España en Buenos Aires. El actual centro está ubicado en Paraná 1149, en una superficie mucho más pequeña. La Agencia Española de Cooperación tiene otra sede en Florida 943, donde funcionó el Instituto de Cultura Iberoamericana (ICI).

A través del acuerdo, las partes se comprometen a convocar a un concurso para la restauración del edificio y la “adecuación de los espacios a los fines previstos”, en coordinación con la Sociedad Central de Arquitectos. La estructura del edificio será preservada, ya que está declarada como patrimonio histórico.

Dentro del predio, un sector será destinado a la creación de un Centro de Interpretación del Casco Histórico porteño, un “circuito para explicar el origen y la evolución del área fundacional de la ciudad, que estará gestionado por la Subsecretaría de Patrimonio Cultural”, según explicó Delgado. También se prevé la construcción de una sala de cine, cuya programación se realizará en colaboración con el Museo del Cine de la ciudad Pablo Ducrós Hicken.

El edificio del ex Padelai fue desalojado en febrero de 2003. Por ese entonces vivían unas 70 familias, la mayoría de las cuales aceptó los subsidios otorgados por el gobierno porteño, a cargo de Aníbal Ibarra. Se dijo entonces que el edificio estaban en riesgo de derrumbe. Por eso, la Guardia de Auxilio comenzó a demoler los sectores considerados más vulnerables. Pero una presentación judicial logró preservar la construcción, en defensa de su condición patrimonial.

A partir de entonces comenzó una demanda contra la ciudad por parte de una cooperativa de ocupantes, patrocinada por el abogado César Arias, hijo del ex ministro de Justicia de Carlos Menem. Para resolver ese litigio, el macrismo envió a la Legislatura un proyecto de ley que dispone la expropiación del predio. La sanción de esa norma es un requisito para que pueda avanzar la cesión del edificio y la construcción del centro cultural.