El Tribunal Oral a cargo del juicio por la tragedia de Cromañón intimará al gobierno de la ciudad por no presentar los planos actualizados del local y no dar un justificativo al respecto. “Catastro del gobierno porteño sólo remitió dos planos gestionados por la empresa El Rápido (que ocupaba ese espacio) que datan del año 1974 y 1975”, advirtió la presidenta del tribunal, Cecilia Maiza. La presentación de esos planos fue requerida al inicio del juicio por los abogados del ex gerenciador del boliche, Omar Chabán, quien ayer, por primera vez desde que comenzó el proceso, no asistió a la audiencia.

El tribunal ordenó además que se realicen nuevos peritajes en el boliche sobre el funcionamiento del sistema eléctrico y de alarmas, así como en las puertas de acceso al local.

En la decimotercera audiencia del debate, la decisión fue adoptada luego de un pedido expreso que habían efectuado la fiscalía, querellas y defensas la semana pasada, tras las declaraciones prestadas por peritos de Bomberos y del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).

Además, se dispuso que el lunes y miércoles próximos declare uno de los guitarristas de Callejeros, Maximiliano Djerfy, quien el primer día hará una exposición y el segundo responderá preguntas porque se encuentra bajo tratamiento psicológico y ésa es la recomendación de sus médicos. El músico no asistió esta mañana a la breve audiencia del juicio ni tampoco lo hizo el principal imputado, Omar Chabán, quien faltó por primera vez luego de haberse retirado el lunes en forma abrupta tras recusar a los jueces.

Según leyó la jueza María Cecilia Maiza, se requirió al INTI que realice un peritaje eléctrico en Cromañón para detectar las condiciones generales del sistema en el local, si posee interruptores manuales y si era posible cortar la energía de todo el boliche o sólo de algunos sectores.

Es que la noche del siniestro, cuando se inició el incendio, el ex gerenciador Omar Chabán cortó el sonido, pero se desconoce por qué luego se cortó la luz, lo cual complicó la salida de los asistentes al recital de Callejeros. En ese sentido, pidieron que se determine si es posible establecer si el 30 de diciembre de 2004 se produjo un corte total de energía y cuál fue la causa.

Además se requirió que se precise si en el cielorraso hay evidencias de cables eléctricos que pudieron haber influido en el incendio de la espuma de poliuretano, el material que desprendió los gases más letales. Otros puntos del peritaje son si ante un corte de energía, el sonido pudo continuar y si la alarma que había en el lugar funcionó al momento de iniciarse el incendio.

Al respecto, los jueces reclamaron que se verifique si un elemento que sería un chicle y que se halló sobre un tablero de la alarma era “ajeno” al aparato y que se determine su composición química. Ese chicle fue descubierto por un consultor técnico contratado por la querella de José Iglesias en una inspección realizada en mayo en el boliche y nunca había sido señalado por los bomberos durante los peritajes realizados en el lugar.