“El español no pasará/ con mujeres tendrá que pelear/ Juana Azurduy/ flor del Alto Perú/no hay otro capitán/ más valiente que tú.”

Félix Luna recordaba así a la guerrillera de la independencia latinoamericana, muerta en la pobreza extrema. A menos de dos años del Bicentenario de la Revolución de Mayo, un proyecto de ley apunta a reivindicar el protagonismo de las mujeres en las guerras de la independencia. La iniciativa propone cambiar en los billetes de cien pesos la efigie de Julio Argentino Roca por la de Juana Azurduy.

La iniciativa para eliminar a Roca de los billetes de cien pesos fue presentada por la diputada cordobesa Cecilia Merchán, del kirchnerista Movimiento Libres del Sur. La legisladora afirmó a Páginai12 que “se trata de un hecho simbólico relevante el poner a una mujer en el billete de numeración más alta, una mujer que refleja la unidad de la lucha latinoamericana, que contrasta con la de Roca, un genocida de pueblos originarios”. Merchán coordina en 15 provincias argentinas la cátedra libre Juana Azurduy, que lleva adelante en la Universidad de las Madres y en universidades nacionales. “Se sabe quiénes fueron (José de) San Martín, (Martín) Güemes y (Simón) Bolívar, pero no pasa lo mismo con las mujeres que también lucharon. Hay pocas que aparecen en los libros de historia oficiales y figuran como la esposa de, la hija de...”, criticó la diputada.

Azurduy nació en 1780 en Chuquisaca, en el Alto Perú (Bolivia). Su madre, mestiza, le enseñó a hablar en quechua, luego aprendió el aymara de los aborígenes con quienes trabajó en el campo. Su padre fue un criollo de posición acomodada. Entre 1811 y 1826 creó un ejército de mujeres, con mayoría de mestizas e indígenas. Junto su marido Manuel Ascencio Padilla –uno de los guerrilleros más destacado en la emancipación latinoamericana– practicó la guerra de guerrillas para combatir a las fuerzas españolas.

“Ella refleja la importancia que tuvieron las mujeres en las luchas de la independencia”, destacó la historiadora Julieta Chinchilla. “A la historia la escribieron los que ganaron y además, hombres, lo que hizo que ella fuera olvidada”, dijo, ante una consulta de este diario.

En Chuquisaca conoció al que fue su marido y compañero de armas. Luego de la muerte de su marido, Juana combatió en el norte junto a Martín Miguel de Güemes. “Juana y su esposo eran dos de los más importantes guerrilleros de la independencia, es así que la cabeza de ambos tenía una recompensa de diez mil pesos. La acción de ella fue tan heroica que Manuel Belgrano le recomienda a (Martín) Pueyrredón que le diera el rango de teniente coronela”, dijo a Páginai12 Pacho O’Donnell. El historiador, que publicó el libro Juana Azurduy (1994), agregó que “Belgrano le escribió a Pueyrredón que le enviará una lista con otras mujeres que combatieron a la par de los hombres para ser reconocidas”. En 1825 Juana solicitó ayuda económica al gobierno argentino para retornar a Chuquisaca, ciudad en la que murió un 25 de mayo, a los 82 años, en la mayor pobreza.

Aurora Rabino, investigadora del Conicet, se mostró a favor de crear una nueva serie de billetes que incluya a Juana y no por un cambio de efigies. “Roca tuvo como todos los próceres de la historia sus luces y sombras. Ejecutó la Campaña del Desierto y promovió un sistema de sucesión política que buscaba resguardar los puestos importantes para su clase, pero también tuvo una presidencia progresista, ya que bajo su mandato se aprobó la ley 1420 (de Educación), evitó la guerra con Chile y fue laicista”, analizó Rabino.

En la misma línea, opinó O’Donnell: “Roca es un personaje como todos los próceres y, si bien no es el más virtuoso, me parece una injusticia histórica desbancarlo del billete. Sin duda hay que homenajear a Juana, pero se lo puede hacer poniéndole su imagen a nuevo billete o repatriando sus restos que están en Bolivia”. Para O’Donnell “hay un revisionismo amarillista que demoniza a Roca por la Campaña del Desierto, que fue una decisión geopolítica correcta, porque si Roca no ocupaba esos territorios podían caer en manos de los chilenos o los británicos”. Aunque aclaró que “se puede cuestionar” el método militar utilizado contra un “rival débil y mal armado”.

Ayer, durante una charla en Diputados para respaldar la propuesta, el escritor Osvaldo Bayer sostuvo que “Roca fue un verdadero genocida. Lo peor de todo es que reinstala la esclavitud de aquellos que habían sido liberados en 1813. No hay ningún decreto ni ley, pero están todos los ordenamientos, en el diario La Nación salían avisos que decían ‘hoy reparto de indios’, como peones, chinas como sirvientas y chinitas como mandaderos”. Tres años atrás, Bayer propuso cambiar la imagen de Roca por la del poeta Evaristo Carriego, “con el fin de que se considerara que lo que más valor tiene en la vida es la poesía”.

Informe: Esteban Vera.