Un adolescente de 19 años falleció luego de que otro de 16 lo hiriera de una puñalada en el pecho. La pelea, que tuvo lugar el domingo a la madrugada a la salida de un cumpleaños en la ciudad mendocina de Guaymallén, habría comenzado luego de que el supuesto atacante y un grupo de amigos quisieran robarle el celular a la víctima, aseguraron testigos. Al día siguiente, el chico de 16 años se presentó ante la Justicia en compañía de su padre y se declaró culpable del asesinato. Fuentes judiciales aseguraron que fue imputado y sería trasladado en las próximas horas a un instituto de menores.

Ayer a la madrugada, a poco más de 24 horas de ocurrido el hecho, y acompañado de su papá, el adolescente de 16 se entregó en calidad de autor del homicidio. La causa quedó en manos de la jueza de menores María Amanda Fontemachi. Según fuentes judiciales, habría más pruebas que la propia confesión. El joven por el momento permanecía detenido en la Comisaría del Menor.

La versión del jefe de Investigaciones de la policía local, Juan Carlos Caleri, apunta a que el supuesto autor de la puñalada “integraba una banda de chicos flo-gger”, aunque, aclaró Caleri, “la pertenencia a la tribu urbana de los floggers no fue el detonante de la pelea y mucho menos la razón del ataque fatal”.

Según los investigadores, el inicio de la historia debe situarse en una fiesta de cumpleaños de una chica, en el barrio de Villa Nueva de la ciudad mendocina de Guaymallén. Tanto la víctima, identificada como Sergio Gonzalo Sosa Locino, como el supuesto victimario formaban parte, con sus respectivos amigos, de los casi 200 invitados que acudieron al festejo. A partir de este dato, las versiones comienzan a diferenciarse.

Según reveló a Página/12 un testigo de la agresión, en un momento dado de la noche, Locino y sus amigos “salieron del cumpleaños para comprar algo”. Afuera de la casa se encontraba el chico que más tarde se entregó. El testigo no supo precisar la cantidad, pero afirmó que entre ellos se encontraba el hermano del victimario, que “no tenía más de 10 años”.

“El chico que se entregó y su grupo comenzaron a seguir a los que habían salido de la casa y a insultarlos para provocarlos y robarlos –opinó el testigo–. Como los ignoraban, los alcanzaron, rompieron una botella de vidrio que uno de ellos tenía en la mano y los amenazaron con cortarlos si no les daban los celulares. Pero el chico que murió reaccionó y comenzó a golpear al nenito de 11 años. Su hermano trató de defenderlo y le clavó una navaja en el pecho.”

La versión fue desmentida por los familiares del chico detenido a la prensa local, ante la que negaron que haya querido asaltar a Sosa Locino y dijeron que la víctima fatal fue quien comenzó a molestar al apresado por su condición de “flogger” y que éste se defendió.

La hipótesis de los investigadores apunta a que no se trató de un intento de robo. “En un momento dado, una provocación de un grupo de personas desde adentro de la casa hacia este grupo de floggers que estaba afuera desató una pelea, en la que un chico de 19 años resultó apuñalado y murió horas más tarde.”