SOCIEDAD
Un tren descarriló y la gente, en pánico, saltó por las ventanas
En la estación de Agronomía, el tren se sacudió y se salió de curso. Hubo nueve pasajeros con heridas leves y mucho susto.
La escena parecía de una película de catástrofes. Esas en que algo terrible sucede y nadie sabe para dónde disparar. En la tarde de ayer, los pasajeros de un ferrocarril de la ex línea Urquiza entraron en pánico y saltaron de los vagones, desesperados ante el descarrilamiento del tren. Ocurrió en la estación Del Libertador, en Agronomía, donde nueve personas resultaron con heridas leves. El accidente se habría producido por un recalentamiento de las vías debido a las altas temperaturas, aunque la empresa Metrovías prefiere aguardar el resultado de las pericias para determinar los motivos.
“Parece que cuando el tren estaba llegando a la estación empezó a zarandearse y se salió de su curso normal, golpeó con varios durmientes y los rompió”, explicó a Página/12 el subcomisario Héctor Pisetta. Cerca de las 14.30, el tren que se dirigía de la estación Federico Lacroze a Lemos se descarriló en el paso a nivel previo a la estación Del Libertador. Cuatro de sus vagones se salieron de las vías, aunque no llegaron a volcarse.
“Sentimos el cimbronazo y cuando salimos vimos a la gente tirándose del tren por la desesperación”, contó Gabriel, que tiene un negocio enfrente. Además, comentó que “en un momento se prendió fuego un motor pero se apagó muy rápido, aunque quedó mucho humo y olor a quemado”. Sin embargo, Juan Bautista Ordóñez, vocero de Metrovías, aclaró que “se puede decir que no hubo un incendio, entendido como un fuego desatado, aunque tal vez se produjo alguna chispa por efecto del rozamiento de los bogues con los rieles”.
Desde el SAME se informó que nueve personas fueron trasladadas, en tres ambulancias, al hospital Zubizarreta con traumatismos leves. Al lugar donde sucedió el descarrilamiento llegó el equipo de factores humanos del sistema de emergencia. “En un caso como éste se suelen generar situaciones de stress, por eso enviamos a los psicólogos para brindar la contención necesaria”, señalaron. Sólo uno de los heridos permanecía en observación al cierre de esta edición, aunque su estado no era grave.
“Los pasajeros ni siquiera usaron la palanca para abrir las puertas en una emergencia, directamente se tiraban –contó un vecino–. La gente estaba tan ansiosa por salir de ahí que rompió el alambrado.” A la farmacia ubicada justo enfrente de la estación se acercaron varias personas “bastante asustadas, a tomar un vaso de agua y descansar un poco”, comentó un empleado del local.
Después del accidente, en un sector las vías habían transformado su habitual línea recta en un camino sinuoso. Ordóñez indicó que esa especie de S “apareció luego del descarrilamiento por la presión ejercida sobre las vías”. El vocero no pudo “ni desmentir ni confirmar” la posibilidad de que el calor registrado en la tarde de ayer haya dilatado las vías a punto tal de deformarlas, lo que habría provocado el descarrilamiento.
“El tren venía tratando de frenar, se vio un fogonazo abajo y todos se tiraban por las ventanillas, hasta los viejitos”, dijo Nicolás, del kiosco del barrio. Hasta hubo versiones de una mujer que pretendía arrojar su bebé desde una ventana para que alguien lo atrapara desde abajo. Pensando en que podía haber sido peor, Gabriel se consoló: “Menos mal que no era el rápido, si no hubiera sido una tragedia”.