El hombre sospechoso de secuestrar a Sofía, de 5 años, tras asesinar a golpes a su madre en un barrio de la ciudad de Córdoba, fue hallado ayer muerto en una laguna de Malagueño. El cadáver de Gustavo Gaitán Juncos fue encontrado flotando en un sector de cantera con agua estancada y sin riscos altos cerca. “En la cabeza tenía un hueco muy profundo, parecería que lo han matado. De todas maneras, hasta que no estén los resultados de la autopsia, no se descarta la hipótesis de suicidio”, confirmó a Página/12 un vocero de la policía de Córdoba. De la niña aún hay rastros: la mochila hallada por un vecino el miércoles “no era de ella”, pero sí lo era la ropa encontrada dentro. Antes de que fuera hallado el cadáver, los investigadores policiales pidieron a los vecinos y familiares que eviten participar en el rastrillaje, debido a que pudo observarse a “personas que iban a la venganza personal, cuando esto no se trata de una venganza, sino de ponerlo (al presunto asesino) en manos de la Justicia”, aseguró el comisario inspector Miguel Angel Castelló, jefe del operativo.

Las canteras de Malagueño abarcan un área de unas 15 hectáreas, que se extienden a 20 kilómetros de la capital cordobesa. En una zona de altos pastizales, libre de acantilados, con agua estancada y profunda, fue encontrado, por buzos tácticos de los bomberos, el cadáver de Juncos. “Creemos que es el cuerpo de él (de Gaitán Juncos) por las características y la ropa que vestía”, aseguró el jefe de la policía de Córdoba, Alejo Paredes. Con la autopsia, sin embargo, los investigadores esperan determinar fehacientemente la identidad del cuerpo. Pero, además, a partir de esos resultados se va a establecer el tiempo como las circunstancias que originaron la muerte del principal sospechoso de la desaparición de Sofía.

El cuerpo estaba vestido con “una remera roja, bermudas azul”, presentaba lesiones en el rostro y un “hueco” en la cabeza. Consultado sobre las causas de la muerte del supuesto secuestrador de la niña, Paredes dijo que “el suicidio es una de las hipótesis”, aunque no descartó otras posibilidades.

La nena está desaparecida desde el pasado lunes, después de que su madre, María Alejandra Arias, fue hallada asesinada a golpes en el cráneo a metros de su casa del barrio Sacchi, en el extremo oeste de la ciudad. Cerca de las 10 de ayer se produjo el hallazgo del cuerpo de Juncos: a cuatro días de iniciada la búsqueda del hombre y de la chiquita, que llevaban adelante 250 efectivos, entre policías y bomberos. Un mensaje de texto enviado por Juncos a su hermano habría orientado “la investigación hacia esa zona (Malagueño) y desde ayer estaban trabajando los buzos de los cuerpos especiales”, explicó Paredes.

“En el mensaje, también dijo que iba a atar a un árbol a la nena, como lo había hecho antes con su ex pareja”, relató a este diario un vocero policial. Los investigadores, no obstante, continúan con las tareas para dar con Sofía. El miércoles, cerca de la zona donde se halló el cadáver de Juncos, vecinos del barrio Martín Fierro encontraron una mochila que “no pertenecía a la nena, pero sí las cosas que había dentro” confirmó el uniformado. De hecho, una pollera de jean, una remera blanca, pedazos de cartulina y una bolsa de caramelos fueron reconocidos por familiares como pertenencias de Sofía.

“En este caso todo es muy raro”, aseguró el mismo vocero. Y continuó con su duda: “Los vecinos encontraron la mochila en un lugar que había sido rastrillado por los investigadores un tiempo antes”. Además, según el policía, en el lugar donde fue hallado el cuerpo “el médico forense estimó que el cadáver llevaba muerto al menos 72 horas”, mientras algunos familiares y vecinos “aseguraron haber visto a Juncos y escuchado a la niña ayer (por el miércoles). Lo que originó que se embarrara todo el lugar de pistas ajenas al hecho”. Para que no se entorpezca aún más la investigación, el comisario Castelló explicó que no se permitirá la intervención de civiles y les pidió a los vecinos que se abstengan de participar en la búsqueda de la pequeña: no se puede “perder otro niño u otra mujer”.

Informe: Mariana Seghezzo.