Un terremoto registrado en la mañana de ayer en la región de Molise, al sureste de Italia, provocó el derrumbe de una escuela y un jardín de infantes del pueblo de Giuliano di Puglia, donde más de 60 personas quedaron atrapadas entre los escombros. Hasta anoche, 25 niños de entre 3 y 6 años habían sido rescatados con vida, algunos con heridas de gravedad, y las muertes ascendían a un total de 10 chicos y dos mujeres, de 56 y 90 años. Aunque continuaban las tareas de rescate, con el pasar de las horas se preveía que los víctimas mortales serían más.
El sismo, de 5,4 puntos en la escala de Ritcher, fue el más intenso en la historia de la región y en toda Italia en los últimos 5 años. Según las primeras estimaciones, cerca del 70 por ciento de los edificios de la zona resultaron destruidos o dañados en parte y alrededor de 2500 personas quedaron sin vivienda. Las autoridades descartaron que el temblor tenga alguna relación con la erupción del volcán Etna.