Jorge Barrachia ganó cinco veces la intendencia de Trenque Lauquen. La primera fue hace veinte años, en la primavera alfonsinista de 1987, y la última en el 2007, cuando, ya retirado, renunció a su jubilación para candidatearse a un quinto mandato. Obtuvo el cargo y mayoría propia en el Concejo Deliberante pero, tras asumir, la tranquilidad le duró poco. No habían pasado tres meses cuando empezó el conflicto entre el Gobierno y las entidades rurales; intendente de una región agropecuaria, Barrachia criticó el lockout y se enfrentó con la Sociedad Rural local. Hubo escraches a su casa, agitadas sesiones en el Concejo Deliberante y una polémica que acaba de reactualizarse. Ahora, en un nuevo round, Barrachia acaba de tomar una decisión insólita, la de presentarse como candidato a concejal para plebiscitar su mandato de intendente. “Quiero saber qué piensa la gente”, dice al otro lado del teléfono, “si quieren otro modelo, me vuelvo a casa”.

–¿Cómo está la situación en Trenque Lauquen? ¿Hay cortes en estos días?

–No, no. Están enojados pero al costado de la ruta.

–¿Tampoco nuevos escraches?

–No.

–Usted se opuso a los cortes.

–La pelea es porque ellos quieren que yo los acompañe, y cuando no los acompaño se enojan. Así me hicieron uno o dos escraches, aunque ahora están más tranquilos. Y bueno... yo los respeto, ellos me tienen que respetar a mí. Aunque no hay cortes, la situación está difícil porque algunas actividades se nos han complicado. Acá nosotros tenemos un frigorífico de caballos, uno de los pocos que hay en el país. La carne de caballo es para la exportación, y con el tema de la crisis internacional las ventas bajaron mucho. Era un sector que nunca había tenido dificultades.

–¿Esto se mezcla con el conflicto por las retenciones?

–Sí, pero las retenciones se han transformado en una... a ver, yo no estoy en contra de ser un país agroexportador, pero digo que primero tenemos que resolver el tema del consumo propio. Tenemos que producir para nuestra población y generar excedentes para exportar. No estoy en contra de que se exporte, pero no estoy de acuerdo con un modelo que le quite productos al mercado interno para venderlos más caros en el exterior.

–El presidente de la Sociedad Rural de Trenque Lauquen, Miguel Ballester, dijo que el reclamo de los ruralistas no es sectorial sino que representa al interior del país. ¿Usted lo comparte?

–Bueno, el argumento publicitario de ellos es ése, dicen que si no pagan las retenciones van a tener más plata, que entonces a esa plata la van a gastar y que esto beneficiará a todos. Es lo que se llama una política de rebalse, como me rebalsa, compro, compro autos, compro camionetas, compro casas, y eso se supone que dinamiza la economía. Pero la verdad es que el Estado debe recaudar impuestos, a esos 7 mil millones de pesos los necesita para poder pagar salarios, para que cobren los docentes, los médicos, porque lamentablemente no alcanza. Si esa masa de dinero estuviera en manos de otros, seguramente tendríamos más autos en la calle, pero habría más pobreza entre los trabajadores. Yo no estoy de acuerdo con un modelo económico en el que la riqueza la tengan que distribuir los particulares. A la riqueza la tiene que distribuir el Estado, y si hay defectos, esos defectos se deben corregir desde el Estado. Todos pagamos el IVA, y en más proporción lo pagan los que menos tienen. Entonces el que hace una actividad productiva también debe pagar impuestos, podemos discutir si es un poquito más o un poquito menos, pero tiene que aportar.

–¿La idea de plebiscitar su mandato es por este conflicto?

–Espero que me dejen presentarme a concejal. Yo quiero saber qué piensa la gente. Si la gente está de acuerdo en que tenemos que tener una economía de ese tipo, en la que a la riqueza la distribuyan los particulares, bueno ¡que prueben! Yo no voy a formar parte. En ese caso me vuelvo a mi casa y los miro equivocarse desde afuera. No voy a hacer colaboración.

Barrachia inició su carrera política como radical. De la UCR, con cuatro mandatos cumplidos como intendente, pasó al ARI. En el 2002 su nombre tuvo cierta difusión nacional porque fue candidato a senador como integrante de la fuerza de Elisa Carrió. Finalmente, se acercó al kirchnerismo y ganó las últimas elecciones con la boleta del Frente para la Victoria.

Trenque Lauquen funcionó como una caja de resonancia del conflicto por las retenciones. Pueblo chico, infierno grande, el tema enfrentó al intendente K con el presidente de la Sociedad Rural, Miguel Ballester, en una pelea sin medias tintas. Los ruralistas hicieron una manifestación a la municipalidad para entregarle un petitorio; Barrachia salió y los recibió pero hizo declaraciones que exasperaron a los hombres de campo. Sostuvo, por ejemplo, que el sector rural es una parte de la economía, pero que hay otras, y que en Trenque Lauquen el 70 por ciento de la población vive del campo. Fue insultado y se retiró del edificio en un mal clima.

El presidente de la Sociedad Rural encabezó otro escrache frente a la casa de Barrachia, que perdió los estribos cuando tres manifestantes saltaron a su patio –según aseguró Barrachia– con un tambor de combustible. El intendente se asomó a la ventana con un pistolón y dispersó la manifestación con un tiro al aire. “A mí no me molesta que griten, pero saltaron y se metieron al patio de mi casa. Cuando los vi adentro dije “ya no”, recuerda ahora.

–¿Qué pasó después? ¿Sigue ese nivel de enfrentamiento?

–No, no. Se dieron cuenta... Si hacen una manifestación y se expresan yo no tengo dificultades, mientras sea pacífica, a mi no me molesta que volanteen en la ruta, recibo el volante, lo leo y ya está.

–Cómo va a hacer su campaña? ¿Ya tiene un slogan de plebiscito?

–Todavía no, pero va a ser todo muy tranquilo, si todo el mundo ya sabe lo que pienso. Además. no estoy acá porque necesite el cargo.

–Si gana, termina el mandato de intendente. ¿Si pierde se vuelve a su casa?

–Sin ninguna duda. Si pierdo, me quedaré a ver cómo transita la cosa, cómo se dan cuenta de que se equivocaron. Se van a dar cuenta porque es un modelo que no podría funcionar.