“Si garantizar la seguridad de los ciudadanos es lo normal, debemos reconocer que hoy vivimos momentos de anormalidad”, sostuvo ayer el presidente Eduardo Duhalde durante un acto con la Policía Federal. Aunque se encargó de elogiarla –se trataba de un homenaje a los efectivos caídos–, reconoció que el Gobierno no logró todavía “controlar” la ola de inseguridad. Tras la autocrítica oficial, el jefe de la Federal, Roberto Giacomino, anunció un proyecto de incrementar el número de comisarías en la Capital Federal. Y el jefe de gobierno porteño, Aníbal Ibarra, precisó que ya se están buscando inmuebles para concretar la iniciativa.
El Presidente dijo presente en la Escuela Federal de Policía Ramón Falcón, en Lugano, para celebrar la semana de homenaje de la fuerza. En el palco estuvo junto al comisario mayor Roberto Giacomino, el secretario de seguridad, Juan José Alvarez, y el jefe de Gobierno porteño, Aníbal Ibarra.
Duhalde felicitó “a los efectivos de la Policía Federal Argentina por el accionar estratégico que mantienen para bajar el índice de criminalidad en la Capital”. Y hasta les agradeció la actitud de la fuerza ante “los acontecimientos caóticos que pudieron llevar a la desintegración social”, en la crisis originada tras la renuncia del ex presidente Fernando de la Rúa.
A la hora de repartir responsabilidades por no poder “controlar” el fenómeno de la inseguridad, prefirió más un mea culpa que criticar a los anfitriones. “Ningún sistema o ninguna medida será efectiva si las instituciones no recuperan la confianza que han perdido frente a la ciudadanía. Esa es la tarea que adeuda nuestro gobierno”, aseguró.
Por su parte, el comisario Roberto Giacomino informó que “con el fin de paliar la inseguridad y acercar la policía a la gente” se están evaluando, junto con el Gobierno de la Ciudad, distintos inmuebles, para poder abrir en los próximos meses nuevas comisarías en lugares estratégicos de la Capital Federal. Al respecto, Aníbal Ibarra dijo que desde el gobierno porteño, además de los 200 patrulleros que fueron donados a la fuerza para mejorar la prevención del delito, se realizó un importante esfuerzo para lograr reasignar “recursos de la administración, promoviendo la cercanía y una mayor presencia de efectivos en la ciudad, para poder brindar a los vecinos la seguridad y protección que están reclamando”.
Giacomino –tras devolverle algunas flores a Duhalde por “haber sido capaz en el peor momento de la crisis de recuperar la viabilidad institucional”–, esbozó él también una “autocrítica” policial, al reconocer la existencia de conductas delictivas en sus miembros. No obstante, aseguró que estas acciones “injustificables” sólo se dieron en “una proporción ínfima”, y resaltó la “rápida reacción” de la Policía para castigar ese tipo de conductas.