Cuatro policías quedaron detenidos ayer, sospechados de haber cometido el delito de “homicidio agravado” por haber abierto fuego contra una vivienda de Merlo a la que habían llegado para hacer un allanamiento, y donde en un confuso tiroteo murió la propietaria de la casa. “Todavía no hay nada claro de por qué actuaron como actuaron. Pero fue como una pequeña ‘masacre de Ramallo’”, aseguraron fuentes allegadas a la investigación, al rememorar el caso de los rehenes muertos años atrás luego de un asalto a un banco de esa ciudad y por el que fueron condenados miembros de fuerzas de seguridad.

El fiscal de Morón Roberto Tavolaro, que interviene en la investigación, pidió la detención de los efectivos y dispuso sus indagatorias por el delito de “homicidio doloso” agravado por la condición de funcionario policial. A los policías se los acusa de haber entrado disparando a la casa sabiendo que estaba ocupada incluso por niños.

Conocida la aprehensión, el Ministerio de Seguridad bonaerense tomó la decisión de desafectarlos de la fuerza y someterlos a una investigación de Asuntos Internos.

Todo ocurrió el miércoles pasado a las 7 en la casa de la calle Arenales 525, del Barrio Parque San Martín, en Merlo, en el oeste del conurbano. Hasta allí había llegado un grupo de la División de Investigaciones Complejas y Crimen Organizado, uno de los grupos de elite de la Policía Bonaerense, para cumplir con un procedimiento ordenado por el juez Eugenio Lisciotto, titular del Juzgado de Garantías 3 de Mercedes, en una causa por “robo calificado y privación ilegal de la libertad”, ocurrido en 2003 en Marcos Paz. El allanamiento obligaba a los funcionarios policiales a allanar y secuestrar cualquier elemento relacionado con aquel atraco.

Los efectivos llegaron y, según informó la policía, fueron recibidos a los tiros por los ocupantes de la vivienda: una joven mujer y su pareja. Fue por eso que, en el marco del tiroteo, la mujer fue muerta, mientras un policía terminó herido e internado en un hospital de la zona.

Pero familiares de la mujer asesinada aseguraron que los policías nunca se identificaron y que, al pensar que era un robo, el propietario de la vivienda hizo un disparo amedrentador que rozó la pierna del efectivo que, como sus compañeros, estaba de civil.

El propietario de la casa, de 30 años, trabaja como personal de seguridad en el Bingo de Ciudadela, y ahora está detenido, dijeron las fuentes. Estaba casado con la joven que falleció y en la vivienda también estaban los dos hijos de la pareja, dos nenes de 3 y 10 años.

Según la denuncia que le hicieron llegar a la Justicia, cuando los policías irrumpieron en la vivienda el hombre pensó que se trataba de un robo, porque, además, la semana pasada habría cobrado un importante premio ganado con la Yapa del Loto.