Sergio Massa firmó su última resolución como jefe de Gabinete antes de ser reemplazado por Aníbal Fernández. Se trata de la 572, que será más recordada como la resolución del sandwich sanitario. El texto es simple y directo: resuelve dar asueto a los empleados de la administración nacional el próximo viernes 10 de julio. De ese modo, los estatales nacionales tendrán su fin de semana largo si se cuenta el feriado del jueves 9 de Julio y el fin de semana siguiente. La medida es un aporte “por la influenza A y sus eventuales derivaciones laborales y públicas”, esto es, intenta evitar otro cuadro de pánico: hijos solos en la casa. Además, la 572 invita a organismos públicos y privados a incorporarse a la partida del sandwich sanitario. Falta decir que el Consejo Federal de Turismo, reunido en Buenos Aires, pidió a la población que no se entregara a la fobia de las cancelaciones y clamó por unas “vacaciones responsables”, bajo el lógico argumento de que en los destinos turísticos el alcohol en gel también existe; es posible el distanciamiento social en los restaurantes; los cines funcionarán a medio pleno; barbijos habrá a disposición; y la obviedad de que el lado interno del codo siempre va con uno. Los empleados de la administración porteña no serán de la partida: el gobierno de Macri decidió no adherir al asueto. Los motivos no fueron excesivamente sanitarios: “Nación no nos consultó”, argumentaron, aunque también insistieron en que “nosotros estamos con el autoaislamiento”.

La 572 del sandwich sanitario ya venía rumoreada y era previsible a medida que la decisión del receso escolar fue deteriorando, más que la salud, la organización familiar. Ayer, como último acto de Jefatura de Gabinete, Sergio Massa dio curso a la resolución del asueto a los empleados de la administración nacional, también firmada por el ministro de Interior, Florencio Randazzo. El texto explica que la situación sanitaria producida por la influenza A “y sus eventuales derivaciones laborales y públicas hacen imprescindible adoptar medidas de carácter preventivo”. Las “eventuales derivaciones laborales y públicas” hacen referencia a facilitar la tarea de los padres.

–¿Qué iban a hacer los padres con sus hijos metidos en las casas si la recomendación de Salud es que se queden guardados en la casa? –señaló con razonable lógica familiar una fuente del Gobierno.

Pero la contradicción llegó después, ya que, por su lado, la otra mitad de los trabajadores estatales con sede en la ciudad, esto es, los estatales de la administración porteña, deberán concurrir a trabajar el viernes como si nada. Desde el gobierno porteño, un comunicado informó que “el personal del Gobierno de la ciudad de Buenos Aires deberá trabajar normalmente el viernes 10 de julio, debido a que el Comité de Expertos, que se ocupa de la evolución de la situación derivada de la instalación de la gripe A en el distrito, evaluó que no existen razones para decretar el feriado sanitario”, sostuvo en un comunicado. La amarga medida fue explicada por el ministro de Salud porteño, Jorge Lemus: “Desde el punto de vista epidemiológico, nosotros no estamos de acuerdo con el asueto sino con el autoaislamiento” de aquellos que tuvieran síntomas de la gripe.

Desde el gobierno nacional, la misma fuente señalaba que “en México habían parado todas las actividades durante cinco días, pero no fueron cinco días de asueto, fueron tres porque en el medio tuvieron dos feriados. Acá aprovechamos el feriado del 9 de Julio y el fin de semana, y en lugar de tres días, se dio un asueto de uno, y llegamos a cuatro días sin actividades con menos decisiones excepcionales”.

Del lado del gobierno porteño respondían con otro motivo del desacuerdo, con escasos argumentos sanitaristas: “Para el asueto no fuimos consultados”.

Al rato de anunciarse la 572, un comunicado del Banco Central aclaraba lo que ya parecía obvio: los empleados del Central no trabajarían dado el asueto nacional y dada la disposición de la entidad a colaborar en la lucha contra la pandemia, con lo que se disponía el asueto bancario. De ese modo, el A H1N1 había logrado lo impensable, parar el pulso de los intereses de la city porteña. La Corte Suprema también decidió otra acordada con barbijo: agregar una semana a la feria de julio adelantada, con lo que los Tribunales, por el momento, permanecerán de feria hasta el 24 de julio (el receso alcanzaba hasta el 17), y como temían los comerciantes de los alrededores, la pandemia comenzó a atacar los bolsillos.

Antes y después se habían adherido al asueto las provincias de San Luis, Mendoza y Buenos Aires.

Las autoridades nacionales de salud decidieron dejar de realizar el informe de conteo a nivel nacional. Entretanto, las autoridades sanitarias de San Juan y de Santa Cruz informaron que la muerte de dos chiquitos la semana pasada, uno de ocho meses y el otro de dos años, se debía al contagio del A H1N1. Santiago, de ocho meses, vivía en San Juan y a fin de junio se contagió de gripe. Con el paso de los días el cuadro se complicó, fue trasladado al Garrahan en avión, pero su gravedad obligó a descender el avión en San Luis e internarlo en el Hospital Regional, donde falleció el 29. En Santa Cruz, el otro chiquito, de dos años, padecía una enfermedad respiratoria grave.

Entretanto, Jorge San Juan, infectólogo que integra el comité de expertos que asesora al Ministerio de Salud, jefe de terapia intensiva del Hospital Muñiz, destacó que “en dos semanas tendremos el pico de la curva epidemiológica, por lo que se puede esperar un mayor número de casos y una mayor demanda de los servicios de salud. Después, la curva empezará a disminuir, siempre de acuerdo con cómo se comporta el virus de la gripe estacional, ya que no sabemos aún cómo se desarrolla este nuevo virus”. Eduardo López, infectólogo pediatra y jefe del Departamento de Medicina del Hospital Gutiérrez, sostuvo que “es importante que la gente no tome esta medida como un día de vacaciones sino como un día para quedarse en casa, con el fin de no generar multitudes. Es una medida que se toma en el contexto de otras acciones como el cierre de escuelas”.

Desde las cámaras de turismo dijeron “touché”. Ante el panorama del fin de semana largo sin actividades, la corrida de cancelaciones de reservas para las vacaciones de invierno, las recomendaciones de autoaislamiento y la psicosis desatada por la pandemia decidieron salir al cruce. El Consejo Federal de Turismo se reunió desde el lunes en Buenos Aires. Algunos de sus integrantes aseguraron a Página/12 que la reunión estaba pautada desde antes y coincidió casualmente con la reunión del Consejo Federal de Salud. No habrá sido una reunión de emergencia pero el tema fue la emergencia. “Nos comunicamos con los integrantes del Cofesa, que coincidían en su reunión con nosotros y les consultamos sobre las medidas a tomar –señaló Adrián Stur, subsecretario de Turismo de Entre Ríos–. Ninguno de ellos ni ninguna autoridad sanitaria recomendó en ningún momento que no se viajara. Sólo está indicado que debe autorrecluirse aquel que presente los síntomas de la gripe. El resto puede viajar. Pedimos que no suspendan sus vacaciones porque es un impacto muy fuerte para la industria y no está indicado por ninguna autoridad sanitaria.”

–¿Dispusieron alguna medida especial?

–Además de la provisión de alcohol en gel y elementos de higiene en todos los destinos, los restaurantes van a estar ocupados al cincuenta por ciento de su capacidad; los hoteles van a dar turnos para el desayuno o lo van a entregar en la habitación. Esto hace que no haya diferencia entre ser higiénico en la casa o en un hotel o una cabaña.

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