SOCIEDAD › PRESENTACIóN JUDICIAL CONTRA EL COBRO DE ACTIVIDADES EN CENTRO DEPORTIVOS PúBLICOS
La defensora adjunta Graciela Muñiz presentó un amparo contra una medida que instrumenta el arancelamieto de actividades en campos de deportes del gobierno de la ciudad. Para la gestión PRO, se trata de “transparentar un sistema que ya existía”.
› Por Eduardo Videla
La Defensoría del Pueblo porteño presentó ayer un recurso de amparo contra el gobierno de la ciudad para frenar el cobro de entradas y arancelamiento de las actividades en los complejos deportivos y en los polideportivos de la ciudad. La intención del gobierno porteño ya fue anunciada por Página/12 el 1º de julio último, y confirmada ayer parcialmente por el subsecretario de Deportes, Francisco Irarrazábal, quien afirmó: “Estamos a favor de la gratuidad de las actividades deportivas, pero mucha gente de clase media y alta, que puede pagar, tiene que pagar por el uso de las instalaciones”, afirmó. “Lo que se está haciendo es transparentar un sistema de cobro que ya existía mediante bonos contribución de difícil rendición y reemplazarlo por un sistema informático de gestión de cobranzas”, precisó, en diálogo con este diario.
La defensora adjunta Graciela Muñiz pidió ayer a la Justicia, “por derecho propio”, que dicte una medida cautelar suspendiendo el cobro de entradas en los complejos deportivos dependientes del gobierno porteño, argumentando que esa medida “viola el artículo 33 de la Constitución de la ciudad”, que garantiza “la práctica del deporte y las actividades físicas procurando la equiparación de oportunidades”. La presentación fue asignada al Juzgado en lo Contencioso Administrativo Nº 9, a cargo de Andrea Danas.
El pedido de la defensora adjunta se basa, sobre todo, en dos resoluciones del gobierno porteño del año pasado: la 162/08, que establece las condiciones para implementar el sistema informático de gestión de cobranzas para actividades deportivas, y la 3476/08, que fija un cuadro de tarifas para los parques Manuel Belgrano (ex KDT), Sarmiento y el Complejo Golf Velódromo. Las canchas de Fútbol 5, por ejemplo, tienen en el Parque Sarmiento un arancel de 70 pesos, mientras que las de fútbol 11 con iluminación se cotizan a 180 pesos por partido. Para jugar al tenis en el ex KDT, los sábados y domingos, hay que pagar 25 pesos. Y la tarifa para los natatorios es de 10 pesos para mayores.
“Lo que se hizo fue reemplazar un sistema de cobro que era poco transparente, ya que se podía cortar el ticket y venderlo dos veces, por uno controlado desde la Contaduría. Las actividades, además, ya estaban aranceladas desde las anteriores gestiones, lo que hicimos fue actualizar los valores”, argumentó Irarrazábal.
Pese a que el funcionario se pronunció por la gratuidad de las actividades en los polideportivos, en la mayoría se cobra un bono contribución que es de pago voluntario, aunque en algunas actividades, como la pileta cubierta de Parque Chacabuco, donde se cobra diez pesos la entrada, se convierten en obligatorios, según pudo comprobar ayer este diario.
“Estamos en contra de los bonos contribución, que son administrados por las cooperadoras y a veces son fuente de recursos para dos o tres familias que administran el lugar”, enfatizó Irarrazábal. “Preferimos que sea gratuito y si se cobra debería hacerse por el sistema informático de gestión”, afirmó.
El fantasma de las máquinas tickeadores y los molinetes para ingresar a las actividades ya está instalado en los polideportivos. “Va a ser resistido por la gente”, adelanta uno de los responsables del polideportivo de Parque Chacabuco, donde las actividades se prestan a cambio de un bono de tres pesos, “aunque el que no quiere pagar igual lo puede hacer”. Algo similar ocurre en el Martín Fierro, ubicado en La Rioja y Autopista, donde la cancha de fútbol se cobra 20 pesos y la pileta cubierta, tres pesos, aunque se aclara que el pago “es voluntario”.
La lógica de la medida que planea instrumentar el gobierno de Mauricio Macri se sostiene en que los parque deportivos ubicados en los barrios de Palermo o Belgrano son utilizados por personas de clase media o alta y no tiene en cuenta que en esos barrios y sus alrededores también hay vecinos de bajos recursos.
“Con esta medida, Macri demuestra que tiene las prioridades cambiadas: maneja los polideportivos como si fueran una empresa privada, lo cual pone en pie de desigualdad a los vecinos porque solo podrán entrar aquellos que tienen la posibilidad de pagar”, expresó Graciela Muñiz.
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