Nada de investigar a la empresa por el micro fuera de condiciones y con exceso de pasajeros, ni a los funcionarios por la falta de controles. La caída del ómnibus en la cuesta de El Totoral en Catamarca, que el 15 de septiembre pasado provocó 48 muertos y 23 heridos, ya no tendrá responsables: la jueza que investigaba el caso decidió archivar el expediente porque el único imputado resultó ser el chofer del micro, también fallecido como consecuencia de las heridas sufridas en el desbarranco.
Tampoco hay hasta ahora responsables acusados entre las filas policiales por la presunta negligencia y las supuestas coimas en los puestos camineros que atravesó el micro. Si la policía hubiera actuado correctamente, el micro no debería haber seguido camino en esas condiciones. Esa investigación sigue en marcha en una causa paralela.
La tragedia ocurrió cuando el colectivo de la empresa 29 de Agosto, propiedad de Raúl Oyola, se desbarrancó a un precipicio de cien metros en la cuesta catamarqueña cuando regresaba a la localidad tucumana de Concepción transportando a 71 personas, luego de haber visitado como peregrinos la gruta de la Virgen del Valle, en Catamarca. Según las pericias, el micro sufrió un avería en los frenos cuando transitaba por una bajada empinada de la cuesta.
Ayer, la jueza de instrucción María de los Milagros Vega resolvió cerrar la causa penal porque el expediente tenía como único imputado al chofer Juan José Soberón, por el delito de “homicidio culposo múltiple”. Pero el hombre murió el 24 de septiembre y consecuentemente la acusación penal fue considerada extinguida.