La Justicia Federal realizó ayer una serie de allanamientos en Santa Rosa, La Pampa, durante los que rescató a dos adolescentes de 17 años de un prostíbulo que funcionaba bajo la fachada de un pub. En la capital pampeana una ordenaza prohibió el funcionamiento de cabarets como primera medida para combatir la trata de personas.

Según fuentes judiciales, “de los operativos surge que el método de los propietarios es reconvertir los prostíbulos en pubs para evadir la prohibición municipal”. El operativo, ordenado por la Justicia federal y desplegado en conjunto por la Federal y Gendarmería, tuvo lugar ayer por la mañana en Le Coq Doré, un local nocturno que funciona en el acceso norte a la ciudad bajo la habilitación de pub.

Según voceros de la Justicia, en el lugar se detuvo a la dueña del seudopub, de 45 años, y se rescató a dos chicas, de 17, que eran prostituidas. Otras seis mujeres trabajaban en el mismo local, dos son de Brasil, y el resto de Paraguay. El comandante de Gendarmería, Carlos Sanemeterio, jefe del operativo, explicó que “se encontraron a 14 prostituyentes o clientes en un lugar que era una suerte de reservado, donde había un sillón y las chicas servían copas y realizaban los llamados servicios sexuales (las prostituían)”.

La denuncia penal fue efectuada hace un mes por la subsecretaria de Políticas de Género de la Municipalidad de Santa Rosa, Mónica Molina, ante el fiscal Marcelo Colombo, de la Unidad Fiscal de Investigaciones de Secuestros Extorsivos y Trata de Personas. El operativo se enmarcó en la avanzada oficial contra las whiskerías y cabarets con el fin de prevenir la trata de personas, que comenzó con la decisión del municipio de Santa Rosa en mayo de este año.

Colombo confirmó meses atrás que unas cuatrocientas mujeres, en su mayoría de Paraguay y de provincias del norte argentino, fueron trasladadas a Santa Rosa a lo largo de los últimos cinco años para ser explotadas sexualmente en tres prostíbulos que estaban habilitados como whiskerías.