Cuatro varones de 18 años intentaron huir de una casa que habían robado, en el barrio porteño de Versailles, usando de escudo a una beba de cinco meses. Antes, habían baleado al padre de la nena, cuando intentó detenerlos. En la calle, sin embargo, dos de ellos cayeron muertos durante un tiroteo con la policía, mientras que otros dos permanecían prófugos hasta anoche. Durante el episodio, un policía resultó baleado en una pierna, mientras que otros dos sufrieron lesiones importantes tras chocar el patrullero en el que se desplazaban, en plena persecución de uno de los ladrones que escaparon.

Los adolescentes habían aparecido en la noche del jueves, mientras la pareja y su hijita, cuyas identidades no trascendieron, llegaban en auto a la casa ubicada a dos cuadras de la General Paz, cerca del barrio Ejército de los Andes. Cuando la familia estaba por ingresar en la casa, tres de los jóvenes, amenazándolos con armas, los obligaron a entrar, mientras que un cuarto permaneció en la calle, a bordo de un Peugeot 306. Mientras un vecino llamaba al 911, una moto de la Policía Federal pasaba casualmente por allí, por lo que los dos efectivos que iban a bordo intervinieron tras conocer los detalles. Dentro de la casa, los ladrones, que mantenían a la pareja en el primer piso y a la beba en la planta baja, notaron la presencia policial y exigieron al padre de la chica las llaves del auto. “La desesperación de ellos era que se iban a llevar a la nena, los amenazaban con llevar a la nena, él (por el padre) quería ver a la nena y el tipo no lo dejaba”, contó un amigo de la familia.

Desde adentro, los jóvenes gritaban sus intenciones de huir y amenazaron con servirse de la beba como escudo humano. Tras escuchar eso, el padre se abalanzó sobre los ladrones para evitar que la llevaran, por lo que recibió tres balazos (en una pierna, un hombro y la espalda). Cuando salieron de la casa en el auto de la familia, dos ladrones volcaron por una maniobra brusca; luego, durante un intenso tiroteo con la policía, resultaron muertos, mientras que un oficial recibió un balazo en una pierna. Un tercer ladrón, que había permanecido en el primer piso, huyó por los techos, con un arma en la mano.