Durante cuatro horas los choferes de micros de larga distancia realizaron un paro de actividades y bloquearon los ingresos y las salidas de la terminal porteña de Retiro. Ayer, desde las 8 hasta las 12, la medida de fuerza fue encabezada por la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y se llevó a cabo en medio del éxodo de turistas por las vacaciones de verano. Cerca del mediodía, el Ministerio de Trabajo intervino tras una gestión de la cartera de Planificación. Los trabajadores, que estaban en conflicto por una supuesta deuda por viáticos y aumentos acordados el año pasado y todavía incumplidos por las empresas, retomaron las actividades normalmente. “A los usuarios se les devolvió el importe de los pasajes y, a los que quisieron viajar, se les reprogramó la salida para dos o tres horas más tarde –confirmó un empleado de Chevalier–. Pero no hubo más quejas que las de costumbre.”