SOCIEDAD › LA CáMARA IMPIDE EL USO PúBLICO DE LOS CORDONES GUARDADOS EN BANCOS PRIVADOS
Un fallo de segunda instancia frena provisoriamente una resolución del Incucai, que pondría estas células a disposición de la comunidad para trasplantes solidarios.
No hay evidencia científica que respalde la preservación privada de células.
› Por Pedro Lipcovich
Una Cámara de Apelaciones ratificó la medida cautelar dictada por una jueza, en favor de uno de los bancos privados que almacenan células de cordón umbilical bajo la promesa de que, tal vez, un día puedan ser utilizadas para curar a ese mismo niño. La medida cautelar frena provisoriamente una resolución del Incucai, que pondría estas células a disposición de la comunidad para trasplantes solidarios. Se reaviva así el debate sobre una práctica en la que familias argentinas de clase media para arriba han gastado ya más de 20 millones de dólares. Autoridades científicas en el mundo, y también en la Argentina, se han pronunciado contra esta práctica: “No hay en el mundo ningún dato científico que la apoye, y tampoco hay ninguna garantía de que esa preservación, sin controles, no dañe las células”, ratificó ayer uno de los principales especialistas del país. Por otra parte, la precaución de los jueces se sustenta en que esas personas pagaron para una determinada finalidad, aunque ello no se sostenga en una base científica. En países como España, el problema se resolvió mediante la lisa y llana prohibición de estos bancos privados. El Congreso argentino se dispone a legislar sobre el tema.
La decisión fue adoptada por la Sala II de la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal, integrada por Luis Márquez y José Luis López Castiñeira. La causa había sido iniciada por los padres de un recién nacido, cuyas células de cordón fueron almacenadas por la empresa Bioprocrearte S.A. El año pasado, la Resolución 69/09 del Incucai dispuso que las células de cordón que en lo sucesivo se almacenen en estos bancos deben incorporarse al Registro Nacional de Donantes de Células Hematopoyéticas, integrado a una red internacional validada por la OMS. Pero estos padres presentaron un recurso de amparo, ya que “optan por no donar las células”. La jueza dictó una medida cautelar para que, provisoriamente, las células de este cordón no se incorporen al Registro, y la Cámara lo ratificó “sin perjuicio de lo que se decida en la sentencia definitiva”.
Carlos Carrere, titular de la firma Bioprocrearte S.A., destacó “la importancia de estas células en futuras terapias. Hay muchas enfermedades que hoy no tienen tratamiento y podrían tenerlo en el futuro: los que tengan sus células guardadas contarán con posibilidades que no tendrán quienes no las conserven”. En el sitio web de Bioprocrearte S.A. se sostiene que “existen algunos trabajos científicos que revelan en algunos casos que las células madre del bebé pueden utilizarse exitosamente”, sin citar bibliografía.
Gustavo Milone –jefe de Medicina Transfusional y Trasplante de Fundaleu y presidente del Grupo Argentino de Tratamiento de la Leucemia Aguda–- reiteró que “no hay en el mundo un solo dato científico de que guardar sangre de cordón para el propio individuo pueda tener utilidad”. Además, “la viabilidad de esas células se pierde a lo largo del tiempo: llegado el caso, es preferible recolectar células del chico en ese momento; en caso de que tenga una enfermedad que impida usarlas, tampoco se podrán usar las de su cordón y habrá que recurrir a las del Registro Internacional de Donantes”.
Además, en los bancos privados, “las células se guardan sin ningún control ni norma que garantice su viabilidad. Yo jamás las usaría para un hijo mío”, agregó Milone, y destacó que “en España o Francia la criopreservación preventiva de sangre de cordón umbilical no está autorizada. Pero se juegan en esto intereses económicos muy fuertes”.
En la Argentina hay unas 25 demandas contra la resolución 69/09 del Incucai, correspondientes a siete bancos privados. No ha habido hasta ahora sentencia en ninguna instancia, sólo medidas cautelares como la que ratifica la Cámara. Según datos de los bancos privados, hay unas 20.000 unidades de cordón criopreservadas.
Distintas entidades internacionales se han pronunciado contra la validez de conservar células de cordón para uso personal: así lo hicieron la Unión Europea, la Sociedad de Pediatría de Estados Unidos, el Colegio Real de Obstetras y Ginecólogos del Reino Unido, el Consejo Iberoamericano de Trasplantes y, en nuestro país, la Sociedad Argentina de Hematología.
Entretanto, por primera vez, el Banco Público de Sangre de Cordón Umbilical del Hospital Garrahan envió al exterior una unidad de células de cordón, para un trasplante destinado a un chico italiano. El cordón había sido donado en 2009 por una pareja que tuvo a su bebé en un hospital público del Chaco. El Garrahan se integra en la Red Mundial de Donantes de Médula Osea –que incluye más de 14 millones de unidades– por medio del Registro de Donantes de Células de Médula Osea y de Cordón del Incucai. Víctor Hugo Morales –director del Registro– recordó que “desde 2003 se efectuaron más de 250 trasplantes; la mayoría de las células llegaron a la Argentina desde otros países”.
Morales destacó que “tanto en la cámara de Senadores como en la de Diputados hay proyectos de ley para normatizar la colecta de células de cordón umbilical”.
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