SOCIEDAD
› CREEN QUE LOS SECUESTRADORES DE ZAPATA SON CONOCIDOS
Se buscan culpables en el entorno
El juez ordenó la captura de tres sospechosos, tras hallar elementos que los incriminan en varios allanamientos. Según los investigadores, algunos autores del secuestro serían personas “vinculadas, conocidas o amigas” de los Zapata.
› Por Carlos Rodríguez
Agotado, pero en buen estado de salud, sin golpes ni lesiones después del largo cautiverio, Germán Zapata, de 16 años, se mostró tranquilo ante la prensa luego de 16 días de cautiverio –incluyendo la noche de Año Nuevo– hasta que el domingo su hermano famoso, el jugador de River Plate, Víctor Zapata, pagó un rescate de 120 mil pesos por su libertad. Aunque los hermanos negaron en forma terminante esa posibilidad, los investigadores están convencidos de que algunos de los autores serían “personas vinculadas, conocidas o amigas de la familia Zapata”, aseguraron a Página/12 fuentes judiciales. El juez de San Martín, Oscar Quintana, ordenó la captura de tres sospechosos, identificados por elementos secuestrados en 14 allanamientos realizados horas después de la liberación. “Esas tres personas tendrían algún tipo de relación con la familia”, insistió el vocero judicial. Germán dijo que se quedaría en el país, aunque calificó de “terrible” la experiencia vivida. Su hermano Víctor, en cambio, opinó lo contrario: “Tengo ganas de irme”, reconoció.
Con la barba algo crecida y notorio cansancio, Germán Zapata aseguró que no tuvo oportunidad de verle la cara a sus captores. Dijo que en la noche del 27 de diciembre, cuando fue secuestrado mientras lo acompañaba su novia, a bordo de un BMW, le taparon el rostro. “Me pusieron una capucha y por momentos estuve con las manos atadas, de manera que no pude ver a nadie.” Una versión, que no fue confirmada por las fuentes judiciales ni policiales, indica que al menos 13 personas habrían intervenido en el secuestro. Germán sólo habría escuchado “a dos o tres” y él mismo aseguró que estuvo “todo el tiempo en el mismo lugar”, aunque los investigadores sostienen que tuvo que haber pasado “al menos por tres lugares distintos”, donde fueron encontrados elementos que indicarían su presencia allí.
El único momento en el que estuvo sin vendas en los ojos fue al ser dejado en libertad, a las 22.30 del domingo, en la zona de San Miguel. “Andate y no te des vuelta porque te pegamos un tiro en la cabeza.” Germán repitió las palabras que escuchó a sus espaldas, dichas por sus secuestradores en el momento de la liberación. Lo primero que hizo fue llegar a una estación de servicio sobre la calle Mitre. Desde ese lugar llamó a su hermano, que lo pasó a buscar en auto. Además de los 14 allanamientos realizados en la madrugada de ayer, el fiscal José Guozden ordenó otros siete operativos en la tarde.
Los nombres de los tres primeros sospechosos surgieron de una serie de datos, entre listas con números telefónicos, referencias a la familia Zapata escritas en anotadores, dos celulares presuntamente utilizados por la banda y facturas telefónicas. Los operativos se realizaron en viviendas de General Pacheco, José León Suárez, Carapachay y Billinghurst. “Hay gran cantidad de prueba incriminatoria reunida en los procedimientos, de los que surgieron los nombres de los tres sospechosos”, explicó la fuente, que mantuvo en reserva los datos personales de esas personas.
Luego de recuperar la libertad, Germán Zapata pasó por un examen médico que comprobó que su estado de salud “es bueno en general, aunque estaba agotado física y mentalmente por la experiencia vivida”, explicó la fuente judicial consultada por este diario. El joven contó algunos detalles del cautiverio a la policía, que venía trabajando de oficio a través de la Dirección de Investigaciones Complejas de San Martín, a cargo del comisario Daniel Fernández, que responde a las directivas del Grupo Antisecuestros, encabezado por el comisario Angel Casafús.
Según la policía, sus hombres estaban sobre la pista de los secuestradores y eso habría acelerado los primeros 14 allanamientos. Germán Zapata todavía no declaró ante el fiscal y se presume que lo hará hoy por la mañana. “Yo no quiero entrar en contradicciones con la policía, pero no es verdad lo que se dice”, sostuvo Víctor Zapata, aludiendo a la información que asegura que entre los secuestradores “hay gente vinculada por amistad o conocimiento” con la familia de la víctima. Las fuentes judiciales insistieron en su hipótesis, asegurando que “el chico (porGermán) estaba muy asustado y no quiso hablar mucho. Hay que tener en cuenta que debe haber recibido muchas presiones”.
El Zapata famoso confirmó que fue él quien se encargó de entregar el dinero de la recompensa. Guardado en un bolso, lo arrojó desde un tren en movimiento, cerca de la estación de Benavídez. Germán sostuvo que los momentos vividos “fueron terribles”, pero aseguró que, “más allá de lo que pasó”, no piensa en irse del país. “Yo me quedaría porque acá están mi familia y mis amigos.” En cambio, el volante de River opinó lo contrario: “Tengo ganas de irme. Esto es algo que nos toca a todos. Yo pensé que no me iba a pasar, pero me tocó”.
Después de arrojar el dinero desde el tren en movimiento, Víctor Zapata volvió a su casa y las horas que siguieron las pasaron rezando, todos reunidos en la casa familiar, en la localidad de Billinghurst, partido de San Martín. El rescate fue dejado a las 18.30 y la liberación fue a las 22.30. Antes de entregar el dinero, Víctor hizo un largo viaje en auto, siguiendo las instrucciones, vía celular, de los secuestradores. Lo acompañó otro de sus ocho hermanos.
Por la liberación de Zapata habían pedido 500 mil dólares, hasta que se llegó al acuerdo por 120 mil pesos. El 11 de diciembre, el juez federal de San Martín, Hugo Gurruchaga, había recibido una denuncia sobre el inminente secuestro de Víctor Zapata, aunque finalmente fue su hermano Germán. El dato lo había proporcionado una persona que está presa y, al parecer, nadie le dio demasiada importancia a la prevención.