Un nacimiento inédito tuvo lugar en el Hospital de Córdoba. Una mujer, tres días después de haber fallecido, dio a luz a su bebé. La beba nació en forma prematura en ese centro de salud cordobés, tres días después de que se declarara la muerte cerebral de su mamá, de 27 años, a raíz de un accidente cerebro vascular (ACV) masivo. Ante el estado irreversible de su madre, los médicos trabajaron para salvar al bebé. Luego de que se determinara la muerte cerebral, “la mujer mantuvo en su vientre con vida al bebé durante tres días a fin de mejorar sus funciones respiratorias, es decir, mientras se maduraban los pulmones con corticoides, ya que no estaba preparado para nacer en ese momento”, explicó a Página/12 el director del Hospital Córdoba, Carlos Simón. La mujer posibilitó la vida no sólo de su bebé, sino de muchas otras personas más, porque también fue donante.

Durante la tarde del viernes pasado en el Hospital de Córdoba, una nena de 27 semanas nació en forma prematura y con 870 gramos. En este caso, la urgencia se desencadenó porque tres días antes –el martes 19 de octubre– a la madre de la criatura se le declaró la muerte cerebral, es decir, que “la mujer dio a luz después de fallecida”, indicó Simón. La niña nació en ese centro de salud y luego fue trasladada a la Maternidad Provincial, donde quedó internada en la unidad de terapia intensiva neonatal, con asistencia mecánica respiratoria, informaron fuentes médicas. Si bien continúa bajo asistencia médica, la pequeña recién nacida evoluciona favorablemente, informó Simón.

Según explicó el director del hospital, “la mujer llega el martes pasado con una hemorragia cerebral producida a partir de la ruptura de un aneurisma y con diagnóstico de muerte cerebral”. También, aclaró que “era un aneurisma congénito y hace tres años ya había sido operada por este motivo, por lo que la mujer conocía el riesgo”.

Luego de que se produjo el incidente la semana pasada y “cuando se conoció la condición irreversible de la madre, se tomó la decisión de tratar de salvar a su bebé”, señaló a los medios locales Oscar González, ministro de Salud provincial. Por lo que la madre fue sometida a un operativo de mantenimiento similar al que se realiza con los donantes de órganos. El objetivo fue permitir la maduración de los pulmones del bebé con corticoides para evitar complicaciones respiratorias y poder así sacarlo con vida, explicó Simón. De esta forma, una vez ya declarada la muerte cerebral, “la mujer mantuvo en su vientre con vida al bebé durante tres días a fin de mejorar sus funciones respiratorias”, señaló el director. Lo que se hizo fue mantener en forma artificial todos los signos vitales de la mujer y el bebé, como por ejemplo, el control de la presión arterial, el funcionamiento del corazón, y todo lo que corresponde para mantener la supervivencia de la criatura.

Luego de este procedimiento que permitió hacer propicio el nacimiento del bebé, la cesárea fue realizada en el Hospital Córdoba por obstetras de la Maternidad Provincial, adonde luego se trasladó a la niña. La beba, que aún no tiene nombre, pesó al nacer 870 gramos, pero luego bajó a 720 gramos, como es normal en los recién nacidos, explicó el director de la Maternidad Provincial, Elvio Villar. “Es una prematura extrema, que se encuentra con asistencia mecánica respiratoria”, sostuvo el médico.

Además, una vez que se determinara la muerte cerebral y por decisión de la familia, “a la mujer se le practicó una ablación múltiple de órganos que fueron destinados a trasplantes y que permitieron dar vida a otras personas”.

El trabajo de asistencia fue en conjunto entre los dos centros de salud: el Hospital Córdoba se ocupó del seguimiento de la madre y la Maternidad Provincial lleva la atención de la beba, de la que se han hecho cargo sus abuelos maternos, que también fueron los que se ocuparon de la situación desde el principio, informó Simón. La mujer, además, tiene una hija de 6 años.

Según el médico, este caso y con estas características –que la criatura haya nacido tres días después de la muerte de su madre, que la causa del fallecimiento haya sido muerte cerebral y que después se haya podido ablacionar–, “seguro no tiene antecedentes en la provincia de Córdoba y, tampoco conocemos de ningún otro caso en el país”.

Informe: Rocío Ilama.