Con consignas como “Iglesia sin abuso” y “Las manos lejos de los niños”, decenas de víctimas de sacerdotes pedófilos protestaron ayer en las puertas del Vaticano por la lentitud y la falta de transparencia de la Iglesia Católica respecto de esos escándalos sexuales. La movilización por las calles de Roma se realizó en demanda de un accionar más enérgico por parte del Papa contra los curas responsables y para pedir a los gobiernos de todos los países que se esfuercen por proteger a los niños.

“Quitad las manos de encima a los niños” o “El Papa protege a los curas pederastas” son algunos de los carteles que podían leerse en la marcha. En un momento del recorrido, el portavoz del Vaticano, padre Federico Lombardi, se acercó al grupo de víctimas para expresarle su solidaridad, pero fue insultado por los manifestantes procedentes de 13 países, entre ellos Estados Unidos, Australia, Bélgica, Holanda y Gran Bretaña, se informó. Lo echaron del lugar a gritos de “¡Qué vergüenza!”.

La organización estadounidense Survivors Voice, que agrupa a víctimas de abuso, realizó una sentada frente al castillo Sant’Angelo, en la capital de Italia. “Es hora de actuar. Esperamos demostrar la disimulación (de la Iglesia) y lograr que los niños que sufren abusos en todo el mundo reciban ayuda”, declaró Bernie McDaid, cofundador de esa entidad y víctima de un sacerdote cuando era niño. La organización acusa a Benedicto XVI y al Vaticano de no haber dado suficiente impulso al prometido cambio en el accionar contra el abuso de menores.

“No se trata de atacar la fe o la religión, se trata de hablar de conducta y ética”, aseguró Marco Lodo Rizzini, vocero de la asociación de víctimas del instituto Antonio Provolo. También participó de la movilización Francesco Zanardi, de 40 años, que comenzó hace 11 días una huelga de hambre para protestar por la ausencia de respuesta por parte del obispo de Savona, noroeste de Italia, a quien ha pedido que denuncie los casos de pederastia en su diócesis.